viernes, noviembre 12, 2021

LA PIEL (Fragmento de El Palacio de los Placeres), Sergio Fritz

Torso De Mujer, Dibujo por Erwin Esquivel C | Artmajeur 

(Pintura de Erwin Esquivel)

 

Acercarse a su piel desnuda, le provocaba un estremecimiento tremendo, una sensación de caída infinita.

El tiempo no parecía existir. La pieza, las sillas y el velador se derretían como los objetos de un cuadro surrealista. Entraba por un momento/eternidad a otro plano de realidad.  Pues nada más que la piel parecía existir. La piel, y esa emoción sagrada y animal de asombro.

Ver su blancura allí expuesta, en frente de él, apreciar el contorno maravilloso de su cadera, el poder acariciarla, saborearla, morderla, incluso escupirla, y perderse en extensiones soberanas de suavidad y sensualidad femeninas... era como entrar en el Paraíso. Pero uno que también poseía llagas, gemidos, dolor, fluidos, fragancias que arrebataban la cordura...

La piel, el órgano más extenso del cuerpo, era así un campo de batalla, y también un templo. El lugar de reconciliación de los contrarios, como el altar del Ritual. Una eucaristía allí se celebraba, donde los oficiantes eran dos. Dos, por un tiempo, pues luego las individualidades se perdían, para devenir en uno solo... 

¡Rebis!

 

(Fragmento de mi novela en preparación, "El Palacio de los Placeres")

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