Las guerras mágicas o entre brujos, son más comunes de lo que se cree.
Acá una, rescatada del sitio Occult World (https://occult-world.com/spare-austin-osman/), donde hallamos implicados a tres famosos brujos: Gerarld Gardner (creador de la Wicca), Auston Osman Spare (creador del Zos Kia Cultus) y Kenneth Grant (creador de la logia New Isis, como descubridor de la "Corriente Sirius/Set").
"En 1956, el brujo inglés Gerald B. Gardner se puso en contacto con Spare para pedirle ayuda en una guerra mágica contra Kenneth Grant. Gardner creía que Grant estaba robando a sus brujas para su propia “New Isis Lodge”, y decidió lanzar un ataque mágico contra él y reclamar a sus brujas. En particular, Gardner quería recuperar a una autoproclamada "bruja del agua", llamada Clanda. Fue el último año de la vida de Spare, y para entonces vivía en la pobreza extrema y la oscuridad, ganándose la vida pintando retratos en pubs locales.
Usando su "alfabeto del deseo", Spare creó un talismán para Gardner que "devolvería la propiedad perdida al lugar que le corresponde", que el propio Spare describió como "una especie de búho anfibio con alas de murciélago y garras de águila". Gardner no proporcionó a Spare información específica sobre la naturaleza exacta de la "propiedad perdida"; sabía que Spare y Grant estaban en términos amistosos.
Durante un rito en el Templo de New Isis, Clanda experimentó los aparentes efectos negativos del talismán. Su papel consistía en recostarse pasivamente sobre el altar.
En cambio, se sentó, sudando y con una mirada hipnotizada y vidriosa en sus ojos. Se comportó como presa del terror, convulsionando y estremeciéndose. Más tarde, describió lo que experimentó: la aparición de un pájaro enorme que la agarró con sus garras y se la llevó hacia la noche. Ella luchó y se liberó, cayendo sobre el altar.
Los magos que asistieron no vieron nada de esto, pero escucharon lo que sonaba como las garras de un pájaro grande escarbando contra el viento, y sintieron un viento frío que recorría la habitación. Se encontraron marcas físicas de garras en el marco de la ventana, y el alféizar de la ventana estaba cubierto con una sustancia extraña y gelatinosa que parecía respirar por sí sola. Un fuerte olor a mar impregnó el templo durante días.
En cuanto a Clanda, no pudo regresar a Gardner. En cambio, se mudó a Nueva Zelanda, donde se ahogó".
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