martes, abril 07, 2020

Fulcanelli. El misterio tras el nombre (Sergio Fritz)








Hace casi 20 años ya, en nuestro inactivo sitio web Mercurio Radiante hablamos acerca de las hipótesis de Héctor V. Morel en torno a la figura de Fulcanelli. Hoy, hemos deseado actualizar tal trabajo, exponiendo y agregando dos teorías más en torno al significado del misterioso nombre del célebre alquimista, autor de “El misterio de las catedrales” y “Las moradas filosofales”, magnos libros que han hecho amar, como a nosotros nos ocurriera, el sumo arte de la Alquimia.

1.- LA HIPÓTESIS DE HÉCTOR MOREL

Héctor V. Morel, traductor argentino y amante del esoterismo fue director del “Anuario” de la Editorial Kier. En el correspondiente al año 1977 publicó un interesante artículo, "El caso Fulcanelli. Las incógnitas de un nombre", donde analiza el significado del nombre Fulcanelli, y sobre quién sería aquel que se ocultó bajo este bello pseudónimo.

Según el autor las hipótesis que se han dado sobre el verdadero Fulcanelli girarían en torno a los siguientes personajes: 

1.- Pierre Dujols;
2.- Jaubert, personaje por determinar;
3.- Un hermano de Dujols;
4.- Un desconocido;
5.- El escritor J.H.Rosny (aclaremos que este pseudónimo comprende a dos personas):; 
6.- E. Canseliet;
7.- Auriger, un hermetista;
8.- J.J.Champagne;
9.- Sauvage; 
10.- Un pseudónimo colectivo;
11.- R. Steiner;
12.- Max Roset; y
13.- Un tal Faugeron

En el parecer de Morel ninguna de estas hipótesis tiene bases serias, salvo las implícitas en los números 4 y 10.

Nosotros pensamos que lo más posible es que se trate de un nombre colectivo (cuestión muy usual, por lo demás, en la Antigüedad); pero que, obviamente, habría sido dirigido por un Superior, quien habría impreso "personalidad" a los escritos del pseudónimo "Fulcanelli". Esto lo decimos, porque es evidente que quien escribió finalmente "Las moradas filosofales" como "El misterio de las catedrales" es la misma persona; lo cual se aprecia en el exquisito estilo del lenguaje. ¿Acaso el nombre Fulcanelli no es un hierónimo? Es decir, un nombre relacionado con una determinada función esotérica. Este es nuestro criterio. Nos apoyamos en lo estudiado por Jean Reyor (que cosa curiosa, es criticado por Canseliet, el discípulo de Fulcanelli, en el prólogo a la tercera edición de "El misterio de las catedrales") y por Jean Robin; los cuales han tomado la idea de René Guénon. Así, Reyor dice que el nombre Malaquías no es el de un individuo, sino el de una función espiritual. Robin expresa que "en la historia del esoterismo cristiano, y principalmente en el Hermetismo, existen muchos otros nombres que no son nombres individuales y tampoco "seudónimos literarios": Basile Valentín (<>), el Filaleteo (el Amigo de la Verdad), el Cosmopolita, etc." (citado en Robin, Jean, "Operación Orth". Ediciones Heptada. Madrid . 1990. Nota al pie de la página 179).






Aunque la determinación de quién es Fulcanelli, tiene algo de ociosa y secundaria, siendo lo  importante el hecho que nos ha legado dos maravillosos libros; es menester expresar que, sin embargo, los aportes de Morel van por otro camino, y esta es sin duda la razón del presente trabajo.

Luego de plantear las posibilidades de que Fulcanelli sea uno de los personajes arriba aludidos, analiza etimológicamente, y no sólo etimológicamente, la palabra elegida por el autor de "El misterio de las catedrales". 

Veamos. La palabra derivaría de "Fulciu, fulcis, fultum". Esta palabra significaría en el latín de Cicerón algo como "apoyo". Y a esta palabra se sumaría "anellus, anelli"; o sea, anillo, círculo.

Así obtenemos Fulc (iu) anelli, que significa "anillos que se sostienen" o " que se apoyan entre sí". ¿Y qué idea da esta frase? Morel dice que la de una cadena... Lo que para nosotros no es más que Tradición, en el sentido otorgado por René Guénon. Y esto sí que es coherente y más importante que saber la persona ocupó el pseudónimo analizado. Pues aquí ya entramos en un terreno profundamente espiritual. Cadena o Tradición... Cabe hacer notar algo importante: Fulcanelli continuamente nos recuerda que debemos leer a los clásicos. Es obvio: la Alquimia ante todo es una cadena -discípulo y Maestro- que nace desde los primeros tiempos y que se prolonga hasta hoy día.

(VIDEO EXPLICATIVO Y COMPLEMENTARIO
DEL PRESENTE ARTICULO)


2.- LA HIPÓTESIS DE ROBERT AMADOU.

Para el célebre martinista y masón Robert Amadou, la descomposición de la palabra nos brinda posibilidades que no debemos dejar de lado.

Por ejemplo:
FULCANELLI
LECUFIN AL

Lo que da L¨ECU FINAL, es decir “el escudo final”. Siendo clara referencia al escudo que aparece en las últimas páginas de “El misterio de las catedrales”, y donde se lee el lema UBER CAMPA AGNA. Y en esta frase, según Amadou se escondería la identidad del enigmático escritor: Jean Julien Champagne. Este es conocido por ser el ilustrador de las obras fulcanellistas. Pero, ¿cuál sería la relación entre el pintor y la identidad auténtica del escritor?



La siguiente:
UBER sería HUBERT, el nombre con el cual en su vida coloquial Champagne se presentaba y era conocido. 

CAMPA AGNA, sería en cábala fonética la manera de decir CHAMPA AGNA, CHAMPAGNE…

Parece coherente…

3.- LA HIPÓTESIS DE EUGÈNE CANSELIET.

Autodenominado “discípulo de Fulcanelli” (no estamos ironizando, solo señalando que la única fuente demostrativa de que ello sea tal, son los dichos del mismo Canseliet), el autor de “La Alquimia explicada sobre sus textos clásicos” indica en una extensa entrevista realizada por Robert Amadou (“Le Feu du Soleil”, J.J.Pauvert, Paris, 1978), que Fulcanelli proviene de dos términos:

- VULCAN (dios romano del fuego, vinculado además con el arte de los hornos, a quien se rendían homenajes en las fiestas llamadas Vulcanalia); y 
- HELIOS (dios griego del Sol, al que a veces se lo identifica o confunde con Apolo).

La suma de ambos términos del anagrama habría que traducirse en palabras de Canseliet así: “El fuego del Sol”.

Así, nos parece, queda en evidencia el aspecto solar del alquimista y su rango de haber obtenido la Piedra Solar u Oro Alquímico.





Como curiosidad, hay quienes como Patrick Rivière (“Fulcanelli. Sa veritable identité enfin révelée”, Editions de Vecchi, Paris, 2000. Hay traducción al inglés como: “Fulcanell. His  true identity revealed”, Red Pill Press, Canada, 2006) indican que en realidad Fulcanelli sería Jules Violle, un físico francés, célebre por haber determinado la llamada “constante solar”, a la vez que propuso una medida constante para la intensidad de la luz (el Violle). Esta cercanía entre el anagrama de Fulcanelli y la preocupación por la luz solar de Violle no deja de ser llamativa como punto de encuentro entre ambos autores.  


4.- CONCLUSIÓN.

Es claro que quien se ocultaba tras el pseudónimo Fulcanelli, había elegido ese nombre por alguna razón muy específica. Esto ya sea si él se dio ese nombre, o, caso más posible, que una determinada sociedad (¿Los Hermanos de Heliópolis?) se lo haya otorgado.

El lector atento sabrá a qué nos estamos refiriendo. La Alquimia es una ciencia hermética, y lo es en los dos sentidos posibles: hermética por derivar del dios Hermes y hermética como sinónimo de “secreta”. En ella nada "anda flotando". Nada es casual, y todo guarda relación. Es obvio: el nombre Fulcanelli no puede ser antojadizo. Alguna función integra dentro de la Obra. Nosotros hemos intentado mostrar algunas posibilidades al respecto.

Tal vez con estos datos, más la lectura atenta de las dos obras del Gran Adepto, el estudioso pueda internarse en la solución del enigma Fulcanelli, misterio, que, como hemos dicho, sólo interesa desde un aspecto esotérico y no detectivesco (es decir determinar quien era la persona que se ocultó bajo ese nombre; ya sea Champagne, Dujols, Canseliet u otro), afán este último muy moderno, y contrario a la idea tradicional de respetar el secreto...



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