domingo, junio 10, 2012

UNA MISTERIOSA ILUSTRACIÓN GNÓSTICA. A PRÓPOSITO DEL SIMBOLISMO DE LA LLAVE (Sergio Fritz Roa)







(La ilustración del manuscrito “Aleph”)

 
INTROITO

En el libro “Los rosacruces. Historia y mitología de una Orden oculta” de Christopher McIntosh (1)[1] se encuentra una misteriosa lámina de claras connotaciones alquímicas, kabbalísticas y gnósticas, de un manuscrito llamado “Aleph”, de inicios del siglo XIX, cuyo autor sería un tal  Archarion.

Sobre un cofre con códigos desconocidos, que nos traen a la mente los petroglifos de la cultura wayyu (2), se encuentra una serpiente que en su boca muerde una llave. También hallamos letras hebreas.

El autor del citado texto señala como explicación de la imagen algo muy revelador:

“Una ilustración de Aleph  (de Archarion), manuscrito rosacruz alemán de 1802. La serpiente parece representar al dios gnóstico Serapis y sostiene la llave de los cuatro elementos que puede revelar los secretos de la materia”.

Se trata, entonces, de una llave que está relacionada con los cuatro elementos (pues se indican en la llave los números 1, 2, 3 y 4) y con la materia; pero además con el conocimiento. De allí que sea factible la realización de interpretaciones de orden alquímico, kabbalísticas y también gnósticas.



LA LLAVE DE UN NEO-GNÓSTICO ARGENTINO

Es curioso ver, que en un tiempo y en un lugar tan distante, una idea similar se repita. Se trata de lo ocurrido en relación al argentino Felipe Moyano (1946-1996), más conocido por su seudónimo: Nimrod de Rosario. Dicho autor usa el gnosticismo como parte de su doctrina, pero incorporando además como lo hiciera antes el chileno Miguel Serrano Fernández (1917-2009) elementos del tantrismo, cultos germánicos,  nacional-socialismo y psicología jungiana.

En sus escritos, que ahora pueden hallarse en internet (por ejemplo, entre otros, en: http://www.nimrodderosario.com/), nos indica la existencia de una llave “de Kalachakra”, que sería lo que mantendría la esclavitud del espíritu en la materia. De allí que su destrucción sea querida. Esta llave es obra del demiurgo, y parte central de su estrategia.

Como cuestiones semejantes entre la llave del grabado gnóstico-alquímico y la de Kalachakra encontramos su relación con la materia (los cuatro elementos así parecen indicarlos en el primero, como la presencia de la serpiente). También nos llama la atención la forma del paletón de ambas y el asa.



  (Dibujo de la “Llave Kalachakra”)

Nimrod de Rosario dice en “Fundamentos de la sabiduría hiperbórea”: “Por medio de la llave Kalachakra los Siddhas Traidores de Chang Shambalá mantienen desde hace millones de años el encadenamiento espiritual, cuya consecuencia es la raza híbrida de los viryas...” (http://www.nimrod-de-rosario.com/sexto_tomo.htm)



Llama la atención que mientras para la mayoría de los estudiosos de la Tradición (incluso para alguien alejado de ello, como el escritor fantástico y de horror Howard Phillips Lovecraft) la llave significa la potestad que permite la apertura a realidades superiores, en el caso de Felipe Moyano se trate de un arma que ocupa el enemigo (demiurgo) con la cual ata a la humanidad al mundo material, y que por tanto debe destruir el auténtico gnóstico.

ALGO SOBRE EL SIMBOLISMO DE LA LLAVE

El simbolismo de la llave viene desde remotos tiempos y dice relación con la apertura a secretos. Se trata de lo que posibilita el ingreso a ciertos conocimientos o realidades velados para los profanos.

Al dios romano Janus (Jano) se lo caracteriza portando una llave. Jano además se relaciona con las puertas solsticiales, de manera que la llave es la apertura a éstas. Pero otro simbolismo posible nos lo da el ser bifronte. Janus mira el pasado y el futuro; posee conocimiento en definitiva de la dimensión temporal, que es donde la materia, desde un punto de vista gnóstico, se desarrolla.

También es conocida la potestad que Jesús  da a Pedro, al entregarle “las llaves de los cielos”.

En la tradición egipcia la llave estaba representada por el Ankh, la cual debe vincularse con el aliento de vida y lo femenino. No es casual que su forma sea semejante a la del símbolo de Venus.

La llave es por tanto símbolo de acceso al conocimiento y por lo mismo lo que facilita u otorga un poder suprahumano.

 

ALGO EN RELACIÓN CON LA MASONERÍA

A modo de mirada breve sobre la llave en un conocimiento esotérico especial, veamos qué ocurre en la masonería. Rodrigo Álvarez Reynal  en “Acerca de la Llave de la Logia”[2] nos muestra la importancia de la llave:

 “En la Catedral de Nantes, en la tumba del duque de Bretaña, Francisco II; en un ángulo se encuentra la estatua de la Prudencia, una mujer de doble rostro, joven y anciana, sostiene en una mano un espejo convexo y en la otra un compás.

En el Manuscrito de Edimburgo de 1696, en el retejamiento o catecismo ritual podemos ver:

¿Dónde podría hallarse la llave de vuestra logia?
A tres pies y medio de la puerta de la logia, bajo una piedra bruta y un montículo verde.
También bajo el pliegue de mi hígado, allí donde yacen todos los secretos de mi corazón.


¿Cuál es la llave de vuestra logia?
Una lengua bien puesta.

¿Dónde está esa llave?
En la caja de hueso.

Además de la referencia obvia en la inteligencia y razón, resalta la mención de un montículo verde, el cual podríamos pensar que refiere directamente como en varios Cuadros de Primer Grado posteriores, al secreto encerrado en la Logia, de otros grados.

Posteriormente en el Manuscrito Dumfries de 1710, se menciona:

¿Dónde se guarda la llave de vuestra logia?
En una caja de hueso recubierta de pelo hirsuto.”


(Ilustración de llave que aparece en el texto “La clave de las cosas ocultas” de Guillaume Postel, de connotación kabbalística)

 

LOVECRAFT Y LA LLAVE DE PLATA

Desde otra perspectiva, desde otro campo interpretativo, en este caso la literatura fantástica, el escritor Howard Phillips Lovecraft  proporcionará algunos datos importantes al respecto en su relato “La llave de plata”. Desde ya digamos que se trata de una narración muy distinta a las propias del corpus lovecraftiano, pues no es un relato de horror, sino un cuento que une lo filosófico con lo poético, tal vez cercano de alguna manera a los de Lord Dunsany, pero dotado de un simbolismo impresionante.

Decíamos, que en dicho cuento Lovecraft nos da una serie de claves. Entre ellas, las siguientes:

1.-Que existe una llave guardada en un cofre de madera (roble), reforzada con hierro.

2.- Dicha llave tiene signos extraños al igual que el cofre.

3.-Que la llave es de plata.

4.- Que poseer dicha llave abre el mundo onírico. En efecto, la plata se relaciona con la luna y ello con lo femenino, lo psíquico, lo onírico.

5.- Lovecraft además indica que Randolph Carter iba cuando niño a la “Cueva de las serpientes”, donde había un portal que con la llave podría abrirse. Otra vez el tema de la serpiente y la llave. Esto nos recuerda que la serpiente es portadora de conocimiento.

Además es importante destacar que en el relato es el abuelo de Carter quien a través de un sueño le recuerda la llave y “su rancia estirpe y de las extrañas visiones que habían tenido aquellos hombres refinados y sensibles que eran sus antepasados”. Aquí, el recuerdo de la sangre, de los antepasados, es vital, pues permite acceder a los otros mundos.

Como dijimos, el hecho que se trate de una llave de plata dice relación con el mundo psíquico (lo lunar) y por tanto de allí que sea una llave del mundo de los sueños, de la noche, de lo inconsciente, no de la realidad vigil o racional. En efecto, a través de este objeto podrá el narrador -quien había perdido la capacidad de conectarse con mundos sutiles, más perfectos que el vulgar diurno- superar lo cotidiano-profano.





BREVE CONCLUSIÓN

Estamos frente a una figura que da claves que no se encuentran fácilmente incluso en los mejores tratados y manuscritos herméticos y de magia. Es más, y no exageramos, hay aquí una verdadera sabiduría que la mayoría de los sabios han callado. La llave es la herramienta que nos permite acceder al conocimiento velado e iniciático; comprender los misterios de la materia y la creación; y resolver la incógnita mayor del Arte Real o Alquimia.

La serpiente en el dibujo del Aleph es la custodia de la llave. Esto nos recuerda el mito bíblico de Adán y Eva, donde la serpiente es quien se encuentra en el árbol del conocimiento y le entrega la manzana a Eva. En el dibujo gnóstico en comento la serpiente posee la llave de la gnosis y cuida los secretos del mundo de la materia.

Lo anterior desde un punto de vista simbólico. Sería útil además complementarlo con el estudio de las letras hebreas que allí se encuentran, para así poseer todos los elementos hermenéuticos.


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© Sergio Fritz Roa, 2012.

Email:  fritz.sergio@gmail.com

Prohibida la reproducción de este relato y sus imágenes, sin permiso del autor.

Puedes encontrar una versión en PDF aquí: www.bajoloshielos.cl/llave.pdf



1.- Editorial EDAF S.A., Madrid, 1988. Nuestro breve estudio se basa en la lámina 11 incluida en dicho libro Lamentablemente no nos ha sido posible rastrear el manuscrito al cual pertenecería dicho dibujo. Al respecto véase la discusión sostenida en el foro de “The alchemy web site”: http://www.levity.com/alchemy/a-archive_may03.html  Al parecer la ubicación señalada por McIntosh en su libro no correspondería al número que indica.
2.- Delgado Rodríguez, Camilo Andrés y Mercado Epieyú, Rafael.
La blasonería y el arte rupestre Wayuu. En Rupestreweb, http://www.rupestreweb.info/wayuu.html



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