domingo, septiembre 18, 2011

LA FELICIDAD SEGUN SRI RAMANA MAHARSHI




Ramana Maharshi fue uno de los últimos grandes sabios que ha dado ese país-continente que es la India. Su doctrina no es otra que la Advaita o No-Dualidad.


En una ocasión en que se le preguntó sobre la felicidad respondió algo que revela una vez más la sutileza de su pensamiento, la armonía de su ser.

En tiempos que se nos quiere hacer creer que la felicidad dice relación con el acumular cosas materiales, es saludable leer a este maestro que llamaba a René Guénon (´Abd al-Wahid Yahia, en su nombre islámico), "el gran Shaykh".

Sin duda, los dos fueron dos representantes autorizados de la Tradición.

Leamos a sri Ramana, entonces, y su concepto de felicidad:


"La felicidad es la naturaleza misma del Sí mismo; la felicidad y el Sí mismo no son diferentes. No hay ninguna felicidad en ningún objeto del mundo. Nosotros imaginamos, a través de nuestra ignorancia, que sacamos felicidad de los objetos. Cuando la mente sale, experimenta sólo miseria. En verdad, cuando se cumplen sus deseos, vuelve a su propio lugar y goza la felicidad que es el Sí mismo. Similarmente, en los estados de sueño profundo, samadhi, desmayo, y cuando se obtiene el objeto deseado o se elimina el objeto no deseado, la mente deviene vuelta hacia adentro, goza la pura Felicidad del Sí mismo. Así pues, la mente se mueve sin descanso, saliendo del Sí mismo y volviendo a él alternativamente. Debajo del árbol la sombra es agradable; a campo abierto el calor es abrasador. Una persona que ha estado caminando al sol siente fresco cuando llega a la sombra. Alguien que va constantemente de la sombra al sol y del sol a la sombra, es un necio. Un hombre sabio permanece constantemente en la sombra. Similarmente, la mente del que conoce la verdad, no deja al Brahman. La mente del ignorante, al contrario, da vueltas en el mundo, sintiéndose miserable, y por un ratito vuelve a Brahman a experimentar felicidad. De hecho, lo que se llama el mundo es sólo pensamiento. Cuando el mundo desaparece, es decir, cuando no hay ningún pensamiento, la mente experimenta felicidad; y cuando el mundo aparece, sufre miseria".