viernes, diciembre 29, 2006

¿ES LA RADIESTESIA UNA CIENCIA TRADICIONAL? (Sergio Fritz Roa)

(Antiguo grabado perteneciente al libro de Agrícola "De re metallica", donde podemos ver a radiestesistas buscando metales)
Lo que hoy se llama de manera genérica Radiestesia (y que engloba distintos conocimientos, como el estudio de la geobiología, la rabdomancia, etc.), es, sin lugar a dudas, la aplicación de ciertos principios cosmológicos conocidos en las Ciencias Tradicionales (véase al respecto los trabajos de Titus Burckhardt), teñidos muchas veces con la pretensión de “modernidad” y “cientificidad”, características esta última que a nuestro juicio poco ayuda a la disciplina y arte que es la Radiestesia.





Ha ocurrido con muchas disciplinas tradicionales (empleamos aquí el término tradicional en el sentido dado por René Guénon, gran restaurador en Occidente de la metafísica) que con el avanzar de la densificación de nuestro mundo o caída, la sabiduría primordial se ha ido desvaneciendo y muchas veces el sentido mismo de un saber se ha desfigurado de manera tal que es casi irreconocible. Así, por ejemplo, ha acaecido con la Astrología que derivó en astronomía o la Alquimia que se transformó al perder su sentido espiritual en simple química. Desgajadas del marco espiritual estas ciencias han devenido herramientas más del materialismo en que vive la sociedad occidental.





El saber que comprende la Radiestesia proviene en gran parte de ciencias antiguas, entre las que podemos identificar especialmente a la Geografía Sacra. Al ser un residuo de ciencias tradicionales, la Radiestesia debió ser parte de una élite y ser transmitida de Maestro a discípulo. Por tanto, las áreas de su conocimiento no podrían ser entregadas de manera indiscriminada a cualquier advenedizo, sino luego de un proceso de verificación de ciertas condiciones de parte del alumno y de la comprensión y práctica de ciertos principios.




Hoy día no es fácil reconstituir plenamente el conocimiento de antaño. Pero si los radiestesistas somos capaces de indagar en las fuentes mismas de este saber y, por tanto, tener en claro cuáles son las directrices de la Radiestesia en tanto depositaria de un potencial espiritual inmenso, la tarea no será tan dura y, por el contrario, tendrá mucho sentido. René Guénon decía que si el hombre occidental era capaz de entender los principios metafísicos, reconstituir las ciencias tradicionales no sería complejo. Una vez dilucidados los principios, las aplicaciones de este saber se siguen fácilmente. Por tanto, creemos que si los radiestesistas actuales declinan en su deseo de pretenderse “científicos” en el concepto moderno (pues sin duda somos científicos, ¡pero de otra ciencia!; más prístina e integral, cuya misión es la ayuda del hombre y su entorno, y no la simple acumulación de estadísticas y cifras) para indagar más en los principios de esta Ciencia y Arte Tradicional el camino se irá haciendo más claro.




En el intento de restituir esta ciencia antigua, habrá que tener en claro algunas cuestiones vitales. Una de las más importantes es reintegrar a la Radiestesia a un contexto sagrado. ¿Por qué? Por una razón muy sencilla: lo que hace el radiestesista no es algo mecánico ni “racional” en su integridad. Hay factores de orden espiritual innegables que participan del “hecho radiestésico”. De ello muchos radiestesistas podrán dar su testimonio. Incluso nosotros hemos presenciado que la Radiestesia actúa con mayor eficacia cuando se utilizan nombres espirituales para atacar “puntos bloqueados”. Esta experiencia la hemos vivido junto con el radiestesista católico Juan Guillermo Prado. La fuerza del Verbo es una herramienta que ayudará a muchos radiestesistas a solucionar problemas de orden energético en personas, animales y casas.




Otro punto que deben considerar quienes deseen restablecer la Radiestesia a la categoría de las Ciencias Tradicionales, es conocer a fondo los pretendidos argumentos de los enemigos de la Radiestesia. Aquí nos interesan las críticas hechas por las autoridades exotéricas de las religiones. Al favorecer más la letra que el espíritu, ellos han indagado motivos en los textos sagrados para condenar esta ciencia. En verdad, lo que atacan tales libros no es el uso de la Radiestesia, sino el mal uso de ésta. Y tampoco todo tipo de Radiestesia sino una muy específica, en la cual jamás podría agotarse la inmensa área de saber radiestésica. Nos referimos a la Rabdomancia, es decir la adivinación a través de elementos radiestésicos (varillas, péndulos, etc.). La Radiestesia por sí misma no puede ser mala, salvo que se la emplee como sucedáneo de Dios. Quien hiciera de la varilla una especie de ídolo, sin duda que se alejará del Bien; pero quien solo la emplee como medio para ayudar a sus semejantes no entrará en contradicción con Dios. Además, el radiestesista no emplea invocaciones en su Arte, pues lo que ocurre realmente en el “hecho radiestésico” es la constatación de flujos de energías. Por otro lado si la Radiestesia fuera perversa un Profeta como Moisés (véase el Libro de los Números, de la Biblia) no la hubiese empleado. Finalmente, han sido los monjes católicos y ortodoxos un grupo de los que más han empleado este conocimiento, por lo cual difícil es pensar que la Radiestesia es algo demoníaco.




Cuando se comprende que la Radiestesia no se agota en la Rabdomancia como la Astrología no se limita a la Astromancia, nos damos cuenta que no se pretende hacer del hombre una especie de Dios que conoce el futuro. Por el contrario, se busca utilizar un medio que podrá ayudar a nuestros semejantes a vivir más armónicamente. No por nada la Radiestesia es el Feng-Shui de Occidente, y es en su aplicación de Geobiología donde más ayuda podrá dar a la humanidad y su entorno. Reintegrar al hombre a su estado primordial, al Adam Kadmon de los Cabalistas, es la finalidad de todo conocimiento cosmológico. Y, sin duda, hay en la Radiestesia mucho de este saber, aun cuando todavía se halla velado por su pretendido cientificismo.




Sirvan las anteriores notas de base para un estudio más acabado que, Dios mediante, indagará en los aspectos centrales de la Radiestesia.



*= Sergio Fritz Roa es miembro de la “Sociedad de Radiestesia de Chile”.







lunes, diciembre 25, 2006

LA "PORTA MAGICA" DE ROMA (Sergio Fritz Roa)




En Roma, existe una famosa puerta con inscripciones de orden hermético-mágico, relacionada con dos hombres notables: Francesco Giuseppe Borri y el marqués de Palombara.





Cuando una universidad jesuita me encargó un estudio desde la simbología alquímica de una propiedad de ellos, jamás imaginé que existiría una relación entre una morada filosofal en Santiago de Chile con la Villa Palombara, en Italia; pero cuando uno comprende que las sociedades herméticas tienen un campo de acción no limitado necesariamente a un marco geográfico, descubre que aquello es plenamente factible.




Hay quien cree que los Rosacruces fueron a las Indias, entendiendo por tales no las Orientales (la India) sino América; lo cual explicaría la presencia de algunas costrucciones herméticas en Cuzco, Mendoza (que nosotros hemos presenciado), Santiago, Piriapolis (en Uruguay), etc. Sin negar o afirmar aquello, nosotros estamos seguros que sí hubo en estas tierras la presencia de algunos sabios no menores que aun es posible rastrear, y que dejaron su mensaje en la piedra. Tengo la certeza - debida a algunas conversaciones y algunos hechos "mágicos" que me llevaron a descubrir algunas pistas hace varios años, vinculadas con los "centros espirituales ocultos" - que lo que buscaban estos hombres en América era el contacto con la sabiduría primordial que tenían los habitantes originarios, o tal vez de otros europeos que llegaron a América mucho antes que Colón.
Las búsquedas del misterioso Pedro Sarmiento se enmarcan en este cuadro.

Pero, éste es otro tema...
Aquí van algunos enlaces con fotografías de la Puerta Mágica, que siempre ha despertado tanto interés (Fulcanelli, Canseliet, Papus, son algunos ejemplos). Es un material muy atractivo para los amantes del "Lenguaje de los Pájaros":












Un saludo tradicional.


jueves, diciembre 21, 2006

ENTREVISTA A CLAUDIO MUTTI



Hace algunos años editamos en Bajo los Hielos, una entrevista que realizamos a Claudio Mutti. La labor literaria de este importante italiano, seguidor de Julius Evola, comprende investigaciones sobre Tradición y política; como el libro cuya portada mostramos arriba, donde trata las relaciones entre el historiador de las religiones Mircea Eliade con el movimiento místico nacionalista rumano "Guardia de Hierro".

1.-¿Cómo ha conocido la obra de Julius Evola?
Leí Rebelión contra el mundo moderno cuando tenía dieciocho años. Fue un dirigente de la sección italiana de Jeune Europe, organización en la que militaba por aquel entonces, quien me dio una copia del libro. El pragmatismo de Jean Thiriart y su concepción maquiavélica de la política no nos satisfacían del todo, así que en nosotros, jóvenes "nacionaleuropeos" de hace cuarenta años, permanecía viva la exigencia de una visión integral del mundo y de una auténtica consagración de la acción política. La obra de Evola representó por tanto, para mí al igual que para otros, la puerta de acceso a una Weltanschauung espiritualmente fundada.



2.- ¿En qué consiste la importancia de Julius Evola para el mundo occidental?
En primer lugar, es preciso despejar el terreno del equívoco que tal sintagma ( "mundo occidental") supone inevitablemente. Si bien es cierto que en los siglos pasados una "civilización occidental" ha existido efectivamente, hoy la misma denominación sirve para indicar una Zivilisation spengleriana que, aparte de extenderse sobre un área geográfica mucho más amplia, teniendo su propio epicentro y paradigma en los Estados Unidos de América, se configura como una verdadera pseudoreligión idolátrica, cuyos dogmas principales son el Mercado, los Derechos Humanos y la Democracia. De este modo, Occidente - este Occidente que ha adquirido dimensiones casi planetarias- es la más monstruosa manifestación de lo que, evolianamente, podemos llamar la Antitradición.



Tanto Europa como América Latina pueden extraer de la obra de Evola, y de su llamada al valor fundamental de la Tradición, los puntos de referencia esenciales para su redespertar y para una lucha coherente contra esta "civilización occidental" innatural y antihumana.



3.- Usted ha defendido la controvertida lucha llevada a cabo por el autor de la Desintegración del sistema, Giorgio Freda, que, por su radicalismo revolucionario, cumplió una larga condena de prisión. ¿Puede explicarnos el porqué de esta defensa?
En 1969, cuando el fenómeno de la revuelta estudiantil inducía a muchos a creer que la movilización para la destrucción del sistema burgués había comenzado, Freda consideró un deber dirigirse a los jóvenes nacionalrevolucionarios para replantearles los principios del verdadero Estado. Hasta entonces, en la Italia de la posguerra, los defensores de la doctrina "tradicional" del Estado no habían salido del verbalismo académico y nostálgico o habían descendido a la arena política alineándose al servicio de las retaguardias burguesas, usando el evolismo como burda coartada para sus opciones reaccionarias. Con La desintegración del sistema, en cambio, la doctrina tradicional del Estado era presentada en su oposición integral e irreducible al mundo burgués. La misma organización comunista del "Estado popular" teorizado por Freda se veía como una terapia de emergencia que se hacía indispensable para la eliminación del homo oeconomicus: remedio homeopático en función de "la restauración de lo humano" en una viril Rangordnung.



La larga persecución a la que Freda ha sido sometido, más allá de los pretextos judiciales formales, se explica precisamente por su compromiso radical de soldado político. Por tanto, he considerado que por mi parte era un deber emprender una acción de solidaridad militante.



4.- El acercamiento entre los escritores tradicionalistas puros (Guénon, Lovinescu, Vâlsan, etc.) y algunas personalidades más bien políticas o "metapolíticas" (Evola, Codreanu, Wirth) ha constituido una constante en sus trabajos. Sin embargo, mientras los primeros proponen una lucha interna, es decir la Gran Jihâd, los segundos parecen perderse en la contingencia de una batalla externa... ¿Cuál es su opinión al respecto?
En el contexto de la obra evoliana, la doctrina de "la Pequeña y la Gran Guerra Santa" ocupa una posición muy importante. Enunciando tal doctrina, que es designada mediante una expresión extraída de la terminología islámica (Al-jihâd al- akbar, Al-jihâd al-açghar), Evola retoma la concepción de la acción que caracteriza toda visión tradicional: la acción se encuentra "conforme al orden" cuando ésta es ritualmente consagrada y se convierte en una vía para la realización espiritual. El acercamiento del que usted habla corresponde, por tanto, a una complementariedad: quienes usted define como "escritores tradicionalistas puros" nos proporcionan las indicaciones necesarias para comprender, mientras las personalidades políticas o metapolíticas representan la acción política o cultural a un nivel que no es en absoluto el de la pura contingencia.



5.- Usted dirige las Ediciones "All’insegna del Veltro", que han publicado material de gran valor tanto desde el punto de vista espiritual como metapolítico. ¿ Cuáles son las nuevas obras que piensa editar? ¿ Qué proyectos tiene al respecto?
Las ediciones "All’insegna del Veltro" han publicado, desde 1978 hasta hoy, cien libros. Este año ha sido inaugurada una nueva colección editorial, en la que tendrán cabida obras de geopolítica de autores tanto "clásicos" como contemporáneos. A los primeros dos textos, que son de Haushofer, les seguirán una conferencia de Omar Amin von Leers, un volumen con escritos de diversos autores sobre Turquía, distintos escritos de Jean Thiriart, etc. En la colección dedicada a la antigüedad greco-latina, además, debería salir otro libro de Béla Hamvas (1897-1968), un escritor húngaro que, pese a ser muy leído y apreciado en su patria, era del todo desconocido en Italia hasta hace pocos años, cuando las Ediciones "All’insegna del Veltro" han publicado Scientia sacra, un obra suya de síntesis que puede con toda dignidad figurar entre las obras maestras del "tradicionalismo integral".



6.- Su editorial ha publicado el libro de Vasile Lovinescu, quien mantuvo correspondencia epistolar con Guénon y fue discípulo de Schuon, titulado La Dacia iperborea. Usted también ha tratado la temática de la influencia ejercida por Evola en el "frente del Este" (Rumania, Hungría, etc.) y ha escrito un libro sobre los autores tradicionalistas rumanos (Vâlsan, Lovinescu, etc.). ¿ A qué se debe su interés por Rumania?
Este interés nació hace muchos años, cuando descubrí la maravillosa figura de Corneliu Codreanu. ¿ Qué es lo que ha hecho posible un fenómeno como el legionario en la Europa del Novecientos? A partir de esta interrogación se pusieron en marcha aquellas investigaciones que me han llevado a descubrir la realidad de un país que, por citar una frase que circula en Rumania, es "el más guénoniano del mundo". Vasile Lovinescu, en particular, representa precisamente esa complementariedad de contemplación y de acción de la que hablaba hace un momento: muqqadim de una orden iniciática del Sufismo, fue alcalde legionario de su ciudad. De otro autor rumano, Mihai Marinescu, estoy traduciendo ahora el texto de una conferencia sobre "Drácula en la tradición rumana" que dio en Santiago de Chile y organizada en Santiago por "Bajo los Hielos". No es necesario, por tanto, que me extienda explicándoles el rico patrimonio tradicional que ha sido custodiado en Rumania hasta nuestros días.



domingo, diciembre 17, 2006

Reseña al libro: "Los alquimistas del siglo XX". Antología a cargo de Geneviève Dubois (Sergio Fritz Roa)




El siglo XX no fue un tiempo perdido para la historia del Hermetismo. Es más, puede estimarse como un apasionante periodo donde se combinó el respeto por la Tradición con el deseo de difundir un Arte que era visto hace no mucho como simple brujería, cuando en realidad nada hay más alejado de ello que Alquimia. Esto no implica que durante el siglo XX no hayan existido visiones erradas sobre esta ciencia; pues las hubo, y muchas. Pero, a pesar de ello, pudieron brillar luces que la historia del Arte Sacerdotal deberá consignar; luces, decimos, que resplandecen con energía propia. El caso Fulcanelli es el más evidente y reconocido; pero, ¿se puede olvidar acaso al gran hermetista Louis Cattiaux, quien - a pesar de los que se afanan en ver en él un simple escritor "espiritualista" - realizaba la Gran Obra física, y no sólo la interna; es decir no rehuía el empleo del Lab-Oratorio, reconociendo de esta manera aquella verdad por la cual el trabajo hermético comprende una dimensión interior como otra exterior, y, que, por tanto, el empleo de sustancias minerales como los procesos ígneos y disolutivos no son simple alegoría? Véase, por ejemplo, su crítica a la simplista idea según la cual la Alquimia es la "Yoga de Occidente", error en el cual incluso algunos autores tradicionalistas han caído. O este párrafo, conciso y seguro: " Tomáis la Alquimia como algo desencarnado, espiritual, evanescente, y no sé cuantas cosas más. No deja de ser extraño que todos los que se han interesado por los libros de falso ocultismo lo desencarnan todo de vez, y lo interpretan todo en este sentido. En tal caso, las mariposas que han salido de larvas y de gusanos deberían ser <> [...] y sin embargo son de carne y hueso querido amigo".
Otro ejemplo memorable y que se consigna en este texto es Coton-Alvart, quien sin duda es de los alquimistas más profundos y desconocidos del siglo que acaba de pasar, poseedor privilegiado de un conocimiento que iba desde el persa al latín, de la astrología a la física moderna, de los cultos mistéricos griegos a la Heráldica."Los alquimistas del siglo XX" es un compendio extraño; pero no por ello menos fascinante. Combina biografías con artículos, incluso un tratado de Filaleteo (que, por cierto, al no ser del s. XX solo puede generar extrañeza y confusión el descubrirlo en una obra que trata sobre autores de dicho periodo. No nos parece que el simple hecho que el traductor haya sido Henry Coton-Alvart, es decir un hombre del s. XX, sea motivo suficiente para que se haya incluido en este libro) y una carta ("Respuesta a René Guénon sobre la Alquimia", cuya lectura puede unirse a nuestro artículo "Las acusaciones de Eugène Canseliet a René Guénon", escritos que ayudarán a demostrar que la visión sobre la Alquimia que tenía uno de los hombres más lúcidos de los últimos tiempos, como fuera el metafísico francés, era equívoca, lo cual no nos debe impedir reconocer la importante labor de Guénon efectuada en la casi totalidad de materias que trató).De allí que una investigación dedicada a rastrear a aquellos solitarios que emprendieron los "Trabajos de Hércules" en Occidente (sigue pendiente un estudio sobre la Alquimia islámica e hindú durante dicho tiempo) no sólo posea mérito histórico, sino que es además útil para dar un testimonio de la presencia espiritual en nuestros sombríos días.
Hubiéramos deseado la omisión de algunos artículos que en verdad poco aportan al libro, como la agregación de algún trabajo sobre autores que no aparecen y que, sin embargo, no son menos importantes que los que en definitiva se encuentran en las páginas del texto en comento. Y así, por solo dar algunos ejemplos, hubiera sido interesante que se hubiesen escrito algunos párrafos sobre Savoret, Schwaller de Lubicz (célebre egiptólogo, que conocía muy bien la Alquimia como el simbolismo), Simón H. y Archibald Cokren, autores ciertamente muy diferentes, pero que pueden mostrar otras facetas y colores de la Obra Alquímica.Lo anterior no disminuye el valor del trabajo de Dubois, a quien uno sólo puede reconocer su mérito y agradecer su esfuerzo, que ayudará especialmente a los jóvenes a internarse en la riqueza del camino hermético y conocer a quienes con espíritu, alma, y cuerpo intentaron re-inventar en el Lab-Oratorio el Mercurio Filosofal, agua de vida universal.


viernes, diciembre 15, 2006

Ibn Taymiyya y el sufismo (Sayj M. Hisham Kabbani)


Los admiradores de este jurista y maestro de hadices de la escuela Hanbali lo citan como enemigo del Sufismo, y lo han erigido como la principal autoridad en la campaña de los "Salafis" responsables de crear el presente clima de fanatismo injustificado contra el Sufismo, así como animar a la ignorancia con respecto al mismo. No obstante, Ibn Taymiyya fue el mismo un Sufi. Sin embargo, los "Salafi" tiene bastante cuidado en no mostrar nunca al Sufi Ibn Taymiyya, lo cual hubiera dificultado enormemente su construcción de hombre puramente anti-Sufi.

El discurso de Ibn Taymiyya está salpicado de contradicciones y ambigüedades. Se podría decir que aunque a pesar de sus juicios sobre los Sufis, fue incapaz, sin embargo de desmentir la grandeza del Sufismo que desde siempre la Comunidad de musulmanes le ha reconocido. Así podemos ver que unas veces minusvalora el Sufismo, critica a los Sufis contemporáneos, y que al mismo tiempo presume de ser un Sufi Qadiri, a través de una línea directa sucesoria desde el Shayj 'Abd al-Qadir al-Yilani, tal como demostraremos en las líneas que siguen.

Debiera quedar claro que la razón por la que aportamos las siguientes evidencias no es que sea que consideremos a Ibn Taimiyya de ninguna manera un representante del Sufismo, bajo nuestro punto de vista no representa el Sufismo más de lo que lo representa a la 'aqida de los Ahl as-Sunna. Sin embargo analizaremos sus puntos de vista para demostrar que su mal entendimiento por parte de Orientalistas y "Salafis", como puramente enemigo del Sufismo, no resiste el menor examen. A pesar de los deseos de uno u otro grupo, los hechos prueban claramente que Ibn Taimiyya no tuvo otra elección que aceptar el Sufismo y sus principios, y que no solamente sostuvo su pertenencia al mismo, si no que además manifestó haber sido investido con el manto (jirka) de la hermandad Qadiri.

Ya hemos mencionado la admiración de Ibn Taimiyya por 'Abd al-Qadir Yilani, al cual concede el título de "mi Shayj" (shayjuna) y de "mi Maestro" (sayyidi) en su Fatawa. Las inclinaciones sufis de Ibn Taimiyya, así como su veneración por 'Abd al-Qadir Yilani, pueden verse en su comentario de cien páginas a la obra de aquel, "Futûh al-Gayb", que aunque sólo representan cinco capítulos de los setenta y ocho que componen el libro, demuestra su consideración por el Sufismo como algo esencial dentro de la vida de la comunidad Islámica.[1]

En su comentario Ibn Taimiyya recalca que la primacía de la Sahri'a constituye la tradición más auténtica dentro del Sufismo, y para sostener este de punto de vista cita más de una docena de maestros que le han precedido, así como otros contemporáneos suyo, como sus compañeros Hanbalis, al-Ansari al-Harawi y 'Abd al-Qadir, y el propio Shayj de este último Hammad ad-Dabbas. La rectitud entre los seguidores de la Senda, tal como los primeros Shayj (shuyuj as-salaf), como Fudayl ibn 'Iyad, Ibrahim ibn Adham, Ma'ruf al-Karji, as-Sari as-Saqati, al-Yunaid ibn Muhammad, y otros de los primeros sabios del Islam, así como Shayj 'Abd al-Qadir, Shayj Hammad, Shayj Abu al-Bayan y otros posteriores, como decimos, la rectitud de los mismos no permite a sus discípulos en la Senda del sufismo, apartarse de las obligaciones y prohibiciones estipuladas en la Shari'a, a pesar de que alguno de ellos hubieran podido volar por el aire o caminar sobre las aguas.[2]

En otra obra, en su "ar-Risala as-safadiyya", Ibn Taimiyya defiende a los Sufis como aquellos que pertenecen al camino de la Sunna a la cual representan en sus escritos y enseñanzas. Los grandes Shayj mencionados por Abu 'Abd ar-Rahman as-Sulami en "Tabaqat as-sufiyya", y Abu al-Qasim al-Qushayri en "ar-Risala", eran partidarios de la escuela de los Ahl as-Sunna wa al-Yama', y de la escuela de los Ahl al-Hadiz, tales como al-Fudayl ibn 'Iyad, al-Yunaid ibn Muhammad, Shal ibn 'Abd Allah at-Tustari, 'Amr ibn Quzman al-Makki, Abu 'Abd Allah Muhammad ibn Jazif ash-Shirazi, etc.; las enseñanzas de todos ellos se encuentran en la Sunna, e igualmente compusieron textos acerca de la Sunna.[3]

En su tratado acerca de la diferencia entre las formas de 'ibada acorde con la Shari'a y las formas que constituyen una innovación, titulado "Risalat al-'ibadat ash-shari'iyya wal farq baynah wa bayn al-bid'iyya" (Tratados acerca de las 'ibadas conforme a la Shari'a y su diferencia con las innovaciones) Ibn Taimiyya de forma incontestable sostiene que lo conforme a la Shari'a es el método y camino de "aquellos que siguen la vía del Sufismo", o "la vía del ascetismo (çuhd)", o de aquellos que siguen "lo que se conoce bajo el nombre de pobreza y sufismo", es decir, los fuqara y los sufíes: "lo estipulado por la Shari'a es aquello por lo que nos aproximamos hacia Allah. Es la senda de Allah. Es rectitud, obediencia, buenas acciones, generosidad, y hermosura. Es la senda de aquellos que siguen el camino del Sufismo (as-salikin), el método de aquellos que dirigen sus 'ibadas y sus intenciones hacia Él; es el camino que recorre todo aquel que desea a Allah y pone en práctica la extinción de su ego (nafs), y que recibe el nombre de pobreza y sufismo, o términos similares."[4]

En cuanto a la enseñanza de 'Abd al-Qadir de que el salik (aquel que emprende el camino espiritual) o el sufi debieran abstenerse de los deseos permitidos, Ibn Taymiyya comienza diciendo que la intención de 'Abd al-Qadir es que uno debería renunciar a aquellas cosas permitidas que no han sido ordenadas (su prohibición), porque podría haber en las mismas algo perjudicial. Pero, ¿como se establece el alcance de esto?, si el Islam es esencialmente conocimiento y actuar conforme a la Voluntad de Allah, entonces debe haber una vía para el buscador en la senda de poder determinar cual es la Voluntad de Allah en cada caso en particular. Ibn Taymiyya está de acuerdo en que el Corán y la Sunna no pueden abarcar todo acontecimiento específico y particular que pueda acontecer en la vida de todo musulmán. No obstante si el objetivo es la rendición de la voluntad ante Allah, debe haber una vía para el buscador de poder averiguar la orden de Allah en los casos particulares.

La respuesta de Ibn Taymiyya es aplicar el concepto de "Iÿtihad" al camino espiritual, y específicamente la noción de "ilham" o inspiración. En su esfuerzo por alcanzar una conjunción de voluntades, el Sufi alcanza un estado en el que no desea mas que descubrir el bien supremo, y la acción que sea más deseada y amada por Allah. Cuando lo legislado no puede dirigirle en tales asuntos, entonces confía en las nociones sufis de "ilham", o inspiración personal y de "dzawq", percepción intuitiva: "si el sufi se ha esforzado sinceramente en la aplicación de las normas de la Shari'a, y no ve una solución clara de cual deba ser su actuación en una materia determinada, entonces puede ser inspirado, en la medida de la pureza de su intención y del temor hacia Allah, y elegir la acción más correcta. Esta clase de inspiración (ilham) es una indicación concerniente a la Verdad. Puede ser una indicación o señal aún más fuerte que analogías débiles, hadices débiles, argumentos literalistas débiles (dawahir), y débiles "istishaab", empleados por muchos de aquellos que debaten acerca de los principios, diferencias, y sistematizaciones dentro del fiqh."[5]

Ibn Taymiyya basa su opinión en el principio de que Allah ha dispuesto en el ser humano una capacidad natural para la Verdad, y cuando esta capacidad natural ha sido alimentada en el campo del Iman e iluminada por la luz de la enseñanza coránica, y aún así el buscador a pesar de sus esfuerzos es incapaz de determinar una solución clara en un asunto determinado que sea acorde con la Voluntad de Allah, entonces su corazón puede mostrarle la acción correcta. Tal inspiración, sostiene Ibn Taymiyya, es una de las más fuertes autoridades posibles en la situación en cuestión. Es evidente que tal vez el buscador pueda errar, falsamente guiado por su inspiración o percepción intuitiva de la situación, de la misma manera que el muÿtahid también comete errores. Pero, dice él, incluso cuando el muÿtahid o el buscador inspirado yerren, aún en este supuesto, permanecen dentro de lo que es acorde con el Islam.

Apelar a la inspiración (ilham) o a la intuición (dzawq) no significa seguir los caprichos o las preferencias personales.[6] En su carta a Nasr al-Manbiji, califica a esta intuición como "percepción asentada en el Iman" (adz-dzawq al-imani). Su punto de vista, tal como sostiene en su comentario al Futuh, es que la experiencia de la inspiración es por naturaleza ambigua y necesita estar cualificada y cimentada por los criterios del Corán y la Sunna; no puede proveer de una certeza absoluta bajo su punto de vista, si no dotar al musulmán de una base sólida que le ayude en la elección más correcta en un caso dado, y ayudarle a conformar su voluntad en los aspectos cotidianos de la vida, a la Voluntad del Creador y Legislador.[7]

En otras obras suyas también abundan los elogios hacia las enseñanzas Sufis, por ejemplo en su obra "Al-Ihtiyay bi al-qadar", donde defiende el énfasis de los sufíes en el amor de Allah, y su acercamiento al Din del Islam basado más en la voluntad que en el intelecto como legítimo y acorde con las enseñanzas del Corán, los auténticos hadices, y con la comunidad Salaf (las tres primeras generaciones de musulmanes): "pues el énfasis de los sufíes por el amor de Allah, es más evidente en ellos que cualquier otro asunto. La base de su camino es la voluntad y el amor. La afirmación del amor de Allah es bien conocida en los discursos de los maestros sufíes, tanto en los de los antiguos como en los de los más recientes, tal como se afirma en el Corán, la Sunna y en la generación del Salaf."[8]

Ibn Taymiyya también es conocido por su condena hacia Ibn 'Arabi. Sin embargo, lo que el condenó no fue a Ibn 'Arabi si no un pequeño tratado suyo titulado "Fusus al-hikam" (Engarces de la sabiduría), que es un pequeño volumen dentro de su vasta obra. En cuanto a la obra magna de Ibn 'Arabi, titulada "Al-Futuhat al-makkiyya" (Revelaciones de la Meca), Ibn Taymiyya fue un gran admirador de este imponente trabajo, tal como pudo serlo cualquier musulmán de la época, tal como lo declara en su carta a Abu al-Fath Nasr al-Munayji (d. 709) publicada en su volumen titulado "Tawhid ar-rububiyya", de su Fatawa: "Yo fui uno de aquellos que previamente solía mantener la mejor opinión de Ibn 'Arabi, y animaba a ensalzarlo y elogiarlo por todas las cosas provechosas y benéficas que había encontrado en sus libros, como por ejemplo, al-Futuhat, al-Kanh, al-Muhkam al-marbut, ad-Durra al-fajira, Matali' an-nuyum, y otras obras más".[9]

Ibn Taymiyya continúa diciendo que cambió en sus opiniones, no a causa de algo que hubiera leído en estos libros, si no tras haber leído los Fusus.

Regresamos ahora a la afiliación evidente de Ibn Taymiyya a la orden Sufi Qadiri tal como nos es relatado por su propio estudiante Ibn 'Abd al-Hadi (d. 909) el cual nos dice que aquel recibió la investidura de la "jirka" de la autoridad de 'Abd al-Qadir al-Yilani a través de una cadena de tres shayjs. Estos no son otros que los tres Ibn Qudamas, autoridades reconocidas dentro de la escuela Hanbali de fiqh. Esta información fue hecha pública por George Makdisi en una serie de artículos publicados en los años 70.[10]

En un manuscrito de Yusuf ibn 'Abd al-Hadi al-Hanbali titulado "Bad' al 'ilqa bi labs al jirka" (Los comienzos en la investidura de la jirka), Ibn Taymiyya forma parte de un listado genealógico espiritual Sufi junto con otras autoridades de renombre dentro de la escuela Hanbali; los componentes de esta genealogía son, en orden descendiente:

- Abu 'Umar ibn Qudama (d. 607)
- Muwaffaq ad-Din ibn Qudama (d. 620)
- Ibn Abi 'Umar ibn Qudama (d. 682)
- Ibn Taymiyya (d. 728)
- Ibn Qayyim al-Jawziyya (d. 751)
- Ibn Rayab (d. 795)

Tanto Abu 'Umar ibn Qudama como su hermano Muwaffaq ad-Din recibieron la "jirka" directamente del mismo 'Abd al-Qadir.

Ibn 'Abd al-Hadi se refiera a Ibn Taymiyya afirmando su afiliación sufi tanto a la orden Qadiri como a otras órdenes sufíes: "He sido investido con el manto de los Sufíes por diferentes Shayj de diferentes táriqas (labistu jirkata at-taswwuf min tiruqi yama'atin min ash-shuyuji), entre ellos el Shayj 'Abd al-Qadir al-Yili, cuya táriqa es la más grande entre las conocidas". Más adelante sigue diciendo: "La vía Sufi más grande (ayall at-turuq) es la de mi maestro (sayyidi) 'Abd al-Qadir al-Yili, que Allah esté complacido con él".[11]

Otras corroboraciones a lo anterior provienen del propio Ibn Taymiyya en uno de sus trabajos, tal como lo escribe en su "Mas-ala at-tabriziyya": "labistu al jirkata al mubarakata li Shayj 'Abd al-Qadir wa bayni wa baynahu izan": Tomé el bendito manto (jirka) de 'Abd al-Qadir, y entre él y yo había dos Shayj".[12]

De este modo tenemos que Ibn Taymiyya afirma que era un lector asiduo de los "Futuhat al-Makkiyya" de Ibn 'Arabi; que considera a 'Abd al-Qadir al-Yilani como su propio Shayj, y que incluso llegó a escribir un comentario a la obra de aquel, "Futuh al-Gayb"; y que pertenece a la orden Qadirí así como a otras órdenes sufíes, pero, ¿ que dice acerca acerca del Sufismo y de los sufíes en general?

En su ensayo titulado "As-Sufiyya wa al-fuqara'" publicado en el onceavo volumen de su obra "Maymu'a fatawa Ibn Taymiyya", dice: "El término sufi no fue bien conocido en los tres primeros siglos pero su uso ha sido bastante frecuente y conocido a partir de ese momento. Tan sólo unos cuantos Imames y Shayjs hablaban acerca del mismo, como por ejemplo, Ahmad ibn Hanbal, Abu Sulayman ad-Darani, y otros. Se dice que Sufyan az-Zawri lo utilizó, y otros sostienen que también lo utilizó Hasan al Basri".[13]

Ibn Taymiyya prosigue diciendo que el Sufismo tuvo su origen en Basra entre las generaciones posteriores a los tabi'in, porque encontró que la mayoría de los primeros sufíes eran de allí, mientras que no encuentra evidencia de su existencia en otros lugares. En este sentido se equivoca al reducir el Sufismo a un tiempo y lugar específico, cortando sus nexos de unión con el tiempo del Profeta (s.a.s.) y sus Compañeros. Este es el concepto equívoco que ha dado lugar en nuestros días a las preguntas que plantean los "Salafis" actuales tales como: ¿"Dónde se menciona el Sufismo en el Corán y en la Sunna?; la respuesta se encuentra en Ibn 'Ayiba: "El fundador del Sufismo fue el Profeta mismo (s.a.s.) a quien Allah se lo enseñó por medio de la revelación e inspiración".[14] Con el favor de Allah hemos puesto esta cita aquí para que descanse en las pruebas que se han dado en la larga exposición que hemos hecho con anterioridad.

Ibn Taymiyya continúa: "El Sufismo encierra realidades (haqa-iq) y estados espirituales (ahwal) que son mencionados por los Sufíes en su Ciencia...Algunos dicen que el Sufi es aquel que se purifica a sí mismo de todo aquello que pudiera distraerlo del recuerdo de Allah, y cuya reflexión permanece en el Ajira (la existencia tras la muerte), hasta el punto de que el oro y la piedra es lo mismo para él. Otros dicen que el Sufismo es la salvaguarda del interior del hombre frente a las pretensiones humanas de la fama, la vanidad y similares. Por tanto el significado del vocablo sufi alude al significado de la sinceridad "siddiq", o aquel que ha alcanzado la completa Realidad, porque los mejores entre los seres humanos tras los Profetas son los "siddiqin", tal como Allah dice en el aya: -Quienquiera que obedezca a Allah y su Profeta, está en la compañía de aquellos que son agraciados por Allah: los Profeta, los Sinceros, los Mártires, y los Rectos; ¡qué hermosa compañía! (4:69). Ellos consideran por tanto, que tras los Profetas no hay hombres más virtuosos que el Sufi, y el Sufi, de hecho, es una clase de hombre Sincero (siddiq) entre otras, que se entrega especialmente al ascetismo y a las prácticos de 'ibada (as-sufi huwa fi al haqiqa naw'un min as-siddiqin fahuwa as-siddiq alladzi ijtasa bi aç-çuhdi wa al 'ibada). El Sufi es "el hombre recto de la vía", de la misma manera que otros son llamados "los hombres rectos entre los 'ulama", o "los hombres rectos entre los emires"...(Aquí Ibn Taymiyya rechaza la pretensión de los Sufíes de ser los representantes de la Realidad tras los Profetas, y hace de su estatuto uno más entre muchos otros grupos de hombres rectos. Esto es consecuencia de la premisa de la que parte en considerar que el Sufismo se originó con posterioridad a la Sunna del Profeta (s.a.s.). Ya hemos mencionado que esta premisa es incorrecta. Todos los Sufíes consideran que la transmisión de su conocimiento y disciplina parte de los Compañeros, que la tomaron a su vez del mismo Profeta (s.a.s.). En este aspecto no hay diferencia entre los Sufíes y los Compañeros o los Sucesores de estos, aunque se diferencien en nombre y se le de precedencia a los Compañeros y a los Sucesores de estos de acuerdo con el hadiz del Profeta (s.a.s.).

Por tanto, Ibn Taymiyya separa arbitrariamente a los Sufíes y a los 'Ulama en dos grupos aparentemente diferentes, cuando ya hemos visto que todos los Sufíes fueron grandes 'Ulama, y que muchos de los más grandes 'Ulama fueron sufíes. Al-Yunaid ya anticipó esta división arbitraria cuando dijo: "Este conocimiento nuestro es construido en el Corán y en la Sunna". Haciendo referencia a este error, y citando a al-Yunaid, ash-Sha'arani dice en su "at-Tabaqat al kubra": "Todo auténtico Sufi es 'ulama en Shari'a, aunque lo contrario no es necesariamente cierto".[15]

"Alguna gente critica a los Sufíes y han dicho que eran innovadores y que estaban fuera de la Sunna...pero lo cierto es que ellos ejercen el "iytihad" con vista a someterse a Allah tal como otros siervos de Allah también lo han hecho. Entre ellos encontrarás a los "adelantados" del Corán (as-sabiq al-muqarrab) en virtud de su esfuerzo, mientras que otros están entre "la gente de la derecha" del Corán...y entre los que dicen pertenecer a ellos, se encuentran los que son injustos a sí mismos, rebelándose contra su Señor. Estas son las sectas de los innovadores y libre-pensadores (zindiq) que pretenden ser Sufis, aunque en opinión de los auténticos Sufis no les pertenecen, como es por ejemplo el caso de al-Hallay". (Aquí la desafortunada cita de Ibn Taymiyya es más propia de su mal entendimiento del Sufismo, que ilustrativa del punto de vista que está explicando. En realidad, tal como dijo 'Abd al-Qahir al-Baghdadi acerca de al-Hallay, "su caso (entre los sufíes) no está claro, aunque Ibn 'Ata Allah, Ibn Kazif y Abu al-Qasim an-Nasir Abadi lo consideran entre los sufíes".[16]

No obstante, ya hemos mencionado que grandes 'ulama de la propia escuela de Ibn Taymiyya rechazaron los cargos esgrimidos contra al-Hallay, y que llegaron a considerarlo como un gran sufi, como fue el caso de Ibn 'Aqil e Ibn Qudama. ¿Podría haber sucedido que Ibn Taymiyya desconociera todas estas opiniones que invalidarían su punto de vista?, o quizás, ¿fingió ignorarlas?

El Sufismo se podría clasificar en tres grandes apartados:
a) Sufiyyat al-haqa-iq: los Sufíes de las Realidades, a los cuales nos estamos refiriendo en este artículo.
b) Sufiyyat al-arzaq: aquellos sufíes que residen en madrasas o escuelas subvencionadas, y que no necesariamente han de formar parte del grupo anterior, es decir, de la Gente de la Realidad, aunque esto es bastante inusual.
c) Sufiyyat ar-rasm: los sufíes en apariencia solamente, cuyo único interés está en llamarse sufi, o vestir como ellos.[17]

En cuanto al "fana", un término utilizado por los Sufíes y que hace referencia a la extinción del yo, y a las alocuciones extáticas de los Sufíes, Ibn Taymiyya dice: "Este estado de amor es característico de mucha Gente del amor de Allah, y entre la Gente de los Buscadores (Ahl al-irada). Este estado consiste en el desvanecimiento del amante en el objeto de su amor, Allah, por la intensidad del amor que hacia Él sienten, a Él invocará y no a sí mismo, recordará a Allah y se olvidará de sí, tomará a Allah por testigo y no a sí mismo, existiendo en Allah y no para sí. Cuando alcanza aquel estado ya no siente más su propia existencia, pudiendo llegar a pronunciar en dichos estados frases como: "ana al haqq" (soy la Verdad), o "subhani" (¡gloria a Mi!), y "ma fi al-jubba illa Allah" (no hay nada bajo este manto excepto Allah), porque está embriagado en el amor de Allah que es un placer y una dicha que no puede controlar...En este asunto se puede dar tanto la verdad como la falsedad o impostura, no obstante cuando alguien entra en ese estado de fervor amoroso por Allah ("'ishq), se ausentará a sí mismo, y cuando entre en este estado de ausencia de sí, se encontrará en un estado de "Ittihad". Yo no considero esto como una trasgresión, antes bien hay que excusar al sujeto de dichos actos, y nadie puede sancionarle al no ser consciente de lo que está haciendo. El loco no puede ser condenado por sus actos, a menos que recupere la cordura y entonces cometiera las mismas acciones. Sin embargo cuando alguien se encuentra en ese estado y comete alguna trasgresión, se le debe aplicar la aya coránica donde Allah dice: "¡Oh Señor no nos censures y nos reprendas si olvidamos o erramos" (2:286). No hay censura sobre aquel que comete un error inintencionadamente.[18]

"Se cuenta la historia de dos hombres cuyo amor mutuo era tan intenso que un día, uno de ellos cayó al mar, y el otro se arrojó tras él, al ver esto el primero preguntó al segundo, ¿por qué caíste al mar igual que yo?, y su amigo le replicó: -me ausenté en ti y deje de verme a mi mismo, pensé que tu eres yo, y que yo era tu-...por tanto en la medida en que uno se embriaga sin la utilización de sustancias prohibidas, su acción es aceptada, pero si la embriaguez se produce por la ingesta de sustancia ilícitas (es decir, mediando por tanto una intención insana), entonces en este caso no hay disculpa para su autor."[19]

Las páginas expuestas ponen de manifiesto la familiaridad de Ibn Taymiyya con las líneas generales del Sufismo. Tal conocimiento formaba parte de todo aquel que quisiera aprender ciencias islámicas en su tiempo, y también en las épocas precedentes, y no constituía algo extraño o ajeno al gran corpus de ciencias islámicas; sin embargo los malos entendidos de Ibn Taymiyya acerca del Sufismo han pesado enormemente en la mala comprensión del mismo; este punto fue traído a la luz con una enorme precisión por el gran Sufi y Shayj Ibn 'Ata Allah en el debate que sostuvo con Ibn Taymiyya en la mezquita de Al-Azhar en el Cairo.[20]


Traducido de "The Repudiation of "Salafi" innovations" (Kazi, 1996) p. 354-366. Shayj M. Hisham Kabbani.

[1]El comentario se encuentra en el volumen 10:455-548 de la primera edición de Riyad de la "Maymu' fatawa Ibn Taymiyya.

[2]"Maymu' fatawa Ibn Taimiyya 10:516.

[3]Ibn Taymiyya, as-Safadiyya (Riyad: matabi' hanifa, 1396/1976) 1:267.

[4]Ibn Taymiyya, "Maymu'at ar-rasa-il wa al mas-ail (Beirut: lajnat at-turaz al-'arabi) 5:83.

[5]"Maymu' fatawa Ibn Taymiyya 10:473-474.

[6]Ibid. 10:479.

[7]Ibn Taymiyya, "Maymu'a ar-rasa-il wa al mas-ail" 1:162.

[8]Ibn Taymiyya, "al-Ihtiyay bi al-qadar" (Cairo: almatba'a as-salafiyya, 1394/1974) p. 38.

[9]Ibn Taymiyya, "Tawhid ar-rububiyya in Maymu'a alFatawa al-kubra" (Riyad, 13811) 2:464-465.

[10]George Makdisi, "L'isnad initiatique soufi de Muwaffaq ad-Din ibn Qudama", in Cahiers de l'Herne: Louis Massignon (Paris: Editions de l'Herne, 1970) p. 88-96: "Ibn Taymiyya: A Sufi of the Qadiriya Order," in American Journal of Arabic Studies I (Leiden: E.J. Brill, 1974) p. 118-129; "The Hanbali School and Sufism," in Boletin de la Asociación Española de Orientalistas 15 (Madrid, 1979) p. 115-126.

[11]Ibn 'Abd al-Hadi, "Bad' al'ilqa bi labs al jirka", ms. al-Hadi, Princeton Library Arabic Collection, fols. 154a, 169b, 171b, 172a,; and Damascus University, copy of original Arabic manuscript, 985H.; also mentioned in at-Talyani, manuscript Chester Beatty 3296 (8) in Dublin, fol. 67a.

[12]Manuscript Damascus, Zahiriya, 1186 H.

[13]Ibn Taymiyya, "Maymu'a al-fatawa al-kubra" 11:5.

[14]Ibn 'Ayiba, "Iqad al-Himam" p. 6.

[15]Ash-Sha'arani, "At-Tabaqat al-kubra" 1:4.

[16]'Abd al-Qahir al-Baghdadi, "Usul ad-din" p. 3115-16.

[17]Ibn Taymiyya, Maymu'a al-fatawa al-Kubra 11:16-20.

[18]Op. cit. 2:396-397.

[19]Op. cit. 10:339.

[20]In sha Allah se ofrecerá una traduccción en esta página de dicho debate.

Fuente: http://www.musulmanesandaluces.org/

jueves, diciembre 14, 2006

OBRA DEL SAYJ AHMAD AL-ALAWI



(El Sayj en sus últimos años)


Sîdî Ahmad al-‘Alawî fue un maestro sufí o Šayj en el sentido más estricto y convencional de la palabra. Prefería la transmisión oral de su enseñanza, pero también fue autor de una importante literatura escrita. Para él, el acto de escribir respondía a la necesidad de liberarse del peso de una agobiante sucesión de intuiciones. En la introducción a uno de sus libros escribió: “La causa de este escrito fue un estado de absorción interior que envolvía habitualmente a mi corazón y que impedía que mis pensamientos recorrieran toda región inferior a la de los cuerpos celestes. A veces este estado se apoderaba de mí, de todo mi ser, y me conducía inevitablemente a la misma Esencia de cuanto existe. Pero, cualquiera que fuese el grado en el que yo estuviera, me venían inspiraciones y relámpagos de conocimiento directo, fuera del alcance de mi comprensión, uno detrás de otro, sin descanso. Al principio traté de apartarme de ellos, negándome a reconocer como auténticas las exigencias con que me acometían, pero finalmente me vencieron y pusieron el sello de su autoridad sobre mis más íntimas convicciones. Sabiendo, por tanto, que era impotente para resistirme a ellas, y convencido de estar prisionero de este estado, me resolví a aceptarlo y me sometí a la Voluntad de Dios, después de haber tomado refugio en el consejo de mi maestro, quien me dijo que escribiera este libro".

SIGUE EN: http://tasawf.blogspot.com/

martes, noviembre 07, 2006

FINALIZA 26 FERIA INTERNACIONAL DEL LIBRO CON UN NOTABLE EXITO PARA LA DIFUSION DEL ISLAM

Este domingo 5 de Noviembre de 2006 finalizó la 26 Feria Internacional del Libro de Santiago de Chile, en la cual participó el “Centro de Educación Catarata” (www.catarataedu.cl), el cual en este país sudamericano lleva realizando desde hace un año y medio una labor de información sobre el Islam, mostrando la importancia que los musulmanes le dan a la educación, y realizando diversas actividades como arte Ebrú, clases de turco, de Qor´an, etc.

En la Feria Internacional del Libro, el Centro tuvo un stand, donde se vendieron libros sobre Islam, música y marcadores de libro artesanales, etc. La concurrencia a dicho lugar fue bastante más alta de lo esperado, y los chilenos pudieron conocer más sobre Islam. También el Centro presentó los siguientes libros: “Muhammed. El mensajero de Dios” de Fethullah Gülen y “Terrorismo y ataques suicidas. Una perspectiva islámica”, compilación a cargo de Ergun Capan.

Los libros fueron presentados por el encargado de Asuntos Internacionales del “Centro Educacional Catarata”, Mikail Koyak y el Director de la revista “Bajo los Hielos” (www.bajoloshielos.cl), Sergio Fritz Roa. En ambas charlas, donde concurrieron muchas personas - especialmente en la última presentación - se permitió que el público hiciera preguntas, creándose así un enriquecedor diálogo.

Sin duda, esta es la primera vez que se realiza una labor de presentación del Islam a la comunidad chilena de manera tan completa, por cuanto se incluyó de diversos medios en la difusión: charlas, libros, conversación con los invitados al stand, videos sobre la vida del Profeta Muhammed (s.a.w), obsequio de libros sobre el Profeta y sobre la importancia del bendito mes de Ramadhan, se permitió que los chilenos pudieran leer el Qor´an (muchas personas decían que era la primera vez que podían ver un Qor´an, lo cual en algunos casos implicaba gran emoción), etc.

domingo, noviembre 05, 2006

AL HIKAM AL ALAWIA


(El Sayj en su juventud)

El Sháij Sidi Ahmad al-'Alawi es uno de los máximos representantes de la espiritualidad musulmana. Nació en Mostaganem (Argelia) en 1869 y murió en la misma ciudad en 1934. Fue precoz en su interés por el sufismo, comenzando su peregrinación espiritual muy joven, primero como faqîr 'isâwi y posteriormente como seguidor de la Vía Darqâwi de la que se convirtió en Maestro (Sháij) a la muerte de su predecesor, que fue su guía, Sidi Muhammad l-Buçaidi. Pronto fundó su propia corriente, conocida como Tarîqa 'Alawía, con cientos de miles de discípulos. Sin duda, el Sháij al-'Alawi ha sido uno de los gigantes del sufismo, y su extensa obra da fe de la grandeza de su rango espiritual. En esta publicación ofrecemos una traducción rápida de algunas de sus composiciones poéticas. La mayor parte de ellas tiene una intención pedagógica. De forma fácil y cómoda, el Maestro explicaba así a sus discípulos lo esencial de la Vía 'Alawi, por él inaugurada en el seno de la más pura tradición islámica. Muchos de estos poemas son 'cantados' en las reuniones de los 'alawíes en sus zawiyas, distribuidas por todo el mundo.Para honrar la memoria de su guía bien amado, el shaij al-Alawi que Allah lo recubra de rahma, su hijo único ha seleccionado del Estuche Divino cincuenta y dos de sus aforismos, advirtiendo a los Amigos que aún había bastantes más de igual belleza, pero dispersos entre los Íntimos, y que ahí es donde había que ir a buscarlos. Nosotros, para honrar la memoria de nuestro guía bien amado, el shaij Udda (que Allah lo recubra de rahma!), damos a conocer sus aforismos a la gente del Amor, advirtiéndoles de que el más apreciable de todos, la perla rara y valiosa, la que contiene todos los reflejos de la luz e ilumina el mundo con Su brillo, es este hijo único que ha venido en nuestra época a preparar el momento de su hijo único, el shaij yy al-Mahd; (¡que Alláh esté complacido con él!).La potencia y la sutilidad, la base y la cima, lo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño, si el Corazón ; semejante a una copa de cristal vacía y límpida está sediento, embriagarán de néctar el alma hasta que reconozca que, verdaderamente, su sabiduría es Su Hikma.


Hemos traducido esta selección de aforismos del shaij al-Alawi; conservando el texto árabe, sin corregirlo gramaticalmente, y teniendo en cuenta que la traducción es una mera ayuda para acercarse al original, sin substituirlo. Por eso hemos huido de una traducción más fluida y hemos añadido una lista de los términos que hemos preferido dejar en árabe. Las aclaraciones que acompañan a estos términos no se han pretendido exhaustivas; incluso llegan a ser erróneas en más de un sentido. Sin embargo esperamos sinceramente que sean de alguna ayuda para algún lector de esta recopilación. Un número abundante de estos aforismos aparece ya traducido y comentado en un apéndice del libro Un santo sufi del siglo XX, de Martin Lings, por lo cual nos sentimos eximidos de intentar ponernos a la altura de su traductor y de su comentador, lo cual, muy probablemente, estaríamos muy lejos de conseguir. Esperamos que este pobre vestido con que se presentan estos aforismos no empañen demasiado la luz que irradian. Y Allah sabe mas.Con el nombre de Allah el clemente, el misericordioso. Allah es la luz de los cielos y la tierra, Su luz es como una hornacina en la que hay una lámpara, la lámpara está dentro de un vidrio, y el vidrio es un astro radiante, Se enciende gracias a un árbol bendito, un olivo que no es de oriente ni de occidente, cuyo aceite alumbrara como si apenas lo tocara el fuego, Luz sobre luz, Allah guía a su luz a quienes quiera, Allah llama la atención de las personas con ejemplos, y Allah conoce todas las cosas. Allah es Grandioso y Verídico.(Corán, 24:35)


HIKAM AL ALAWIA


1 Hay distintos grados entre la gente del conocimiento: el que conoce a su Señor y el que conoce a su nafs. Pero el que conoce a su nafs tiene un conocimiento más intenso que el que conoce a su Señor.


2. Hay distintos grados entre los velados: el velado respecto de su Señor y el velado respecto de su nafs. Pero el velado respecto de su nafs tiene un velo más intenso, que el velado respecto de su Señor.


3. Hay distintos grados entre los que se privan de los bienes: el que se priva de lo que está junto a Allah y el que se priva de lo que está en sus manos. Pero el que se priva de lo que está junto a Allah se priva más severamente que el que se priva de lo que está en sus manos.


4. Quien conozca a Allah se apartará de lo que está junto a Él. Y el que no Lo conoce no tiene bastante con Su favor.


5. Quien conozca a Allah en su nafs, acudirá a ella y buscará complacerla.


6. Ser testigo del Haqq es separación. La unión consiste en estar ausente de ti y del Haqq.


7. Quien haga que Allah sea uno, es un ignorante. y quien Lo contemple, no Lo conoce.


8. Hay dos contrarios que no se juntan: si eres, no es; y si es, no eres. Así que deja tu existencia, y el Convocarte te convocará hacia Él.


9. Quien actúe según la ciencia antes de su momento será castigado con su privación. Y no te apresures con la Recitación antes de que se te decrete su revelación. Y di: ¡Señor mío! ¡Aumenta mi ciencia.


10. Todo el que exprese la Realización se dirá de él: Es un zindiq; Y el que la oculte será descrito mediante la Realización.


11. Los defectos de la nafs no son múltiples, sino para tapar las luces del Quds.


12. No abandones tu nafs ni te enfrentes a ella. Antes bien, sé su compañero y busca lo que hay en ella.


Continúa en:

viernes, noviembre 03, 2006

RENÉ GUÉNON Y LAS SIETE TORRES DEL DIABLO (Sergio Fritz Roa)


(Dibujo de un centro yezidi)



... Las siete torres del diablo es un tema que preocupó siempre a Guénon, pues dice relación con el avance de la contra-tradición en esta era crepuscular. En sus cartas a Vasile Lovinescu se demuestra que hasta sus últimos días RG siguió los trazos de este avance contra-tradicional, y quiso establecer los puntos geográficos en los cuales se desarrollaba la acción anti espiritual. Aun cuando no figura en el mapa anexo en el artículo, otro centro que se le indicó a Guénon fue la zona de California (importante en el surgimiento de muchos grupos ocultistas y new age). Y a Guénon le llamó la atención esto, pues en algunos puntos anti-tradicionales hay reservas petroleras importantes (Iraq, norte de la ex- URSS, Siria). Posiblemente, Guénon pensaba en un hadiz (dicho del Profeta Muhammed, s.a w) que se refiere al fin de los tiempos y que guarda relación con el río Eufrates (que pasa por dos países donde habrían centros contra-tradicionales: Irak y Siria): "El Eufrates se secará probablemente, destapando un tesoro de oro bajo su cauce. Quienquiera de vosotros que lo atestigue debería abstenerse de coger nada" (citado por Bujari, Muslim y Abu David). Muchos han interpretado este hadiz en relación al "oro negro" o petróleo. El mandato del Profeta Muhammed (s.a.w) en orden a abstenerse de tomar este tesoro, indica el peligro implícito en éste...

LEER MÁS:
http://geografiasacra.blogspot.com/2006/11/sobre-ren-gunon-y-las-siete-torres-del.html

miércoles, octubre 25, 2006

SERGIO FRITZ PRESENTARA LIBROS SOBRE EL ISLAM EN 26 FERIA DEL LIBRO DE SANTIAGO DE CHILE


A partir del día 24 de octubre y hasta el 5 de noviembre en el “Centro Cultural Estación Mapocho”, donde se efectuará la 26 feria del libro de Santiago, estará el “Centro de Educación Catarata”, realizando la presentación de los siguientes libros: “Muhammed. El mensajero de Dios” de Fethullah Gülen y “Terrorismo y ataques suicidas. Una perspectiva islámica”, compilación a cargo de Ergun Capan.
El primer texto es un extenso y bello estudio acerca de los aspectos más importantes de la vida y obra del Profeta Muhammed, de parte de uno de los más reconocidos eruditos islámicos, a la vez que uno de los grandes promotores de la paz vivos.

El segundo, es una mirada al terrorismo, donde se abordan preguntas como las siguientes: ¿puede haber un terrorismo “islámico”?, ¿qué es jihad?, ¿es válido el suicidio a nombre de una religión o de una idea? ¿qué dice el Corán al respecto? A través de argumentos sólidos basados en el Corán, en los hadices (colección de dichos y narraciones del Profeta), en los Ulemas (sabios islámicos), y en la práctica de los primeros musulmanes, el lector occidental comprenderá que jamás el Islam ha validado el terror como arma y que aquellos que han utilizado medios violentos en los últimos años, sólo muestran sus propios intereses y no los de Dios y de su comunidad (Umma).
Presentarán los libros el encargado de Asuntos Internacionales del “Centro Educacional Catarata”, Mikail Koyak y el Director de la revista “Bajo los Hielos” (www.bajoloshielos.cl), Sergio Fritz Roa.

Las presentaciones se harán en la sala N.A. los días domingo 29 de Octubre de 2006 a las: 18:30 hrs (“Muhammad. El mensajero de Dios”) y el día 4 de Noviembre a las 19:00 hrs.

El "Centro de Educación Catarata" estará en el Stand Nº 3 del Sector E, donde se venderán libros de Fethullah Gülen, Said Nursi, etc; además de CDs, marcadores de libros artesanales provenientes de Turquía, etc.

sábado, octubre 14, 2006

UNESCO ACUÑARÁ MEDALLA EN HONOR A MOULANA RUMI


El comité ejecutivo de la UNESCO, organismo perteneciente a la ONU, ha aprobado en su 175 reunión acuñar una medalla conmemorativa de Moulana, poeta persa místico de fama mundial.
Irán, Afganistán y Turquía han sido los encargados de elaborar el documento explicativo de esta medalla, que ya han entregado a la UNESCO y que ya ha sido aprobado por los 58 miembros de este comité ejecutivo.

La UNESCO dice en su documento que con la acuñación de dicha medalla “en el nombre de Moulana, honramos a uno de los mayores poetas, filósofos y filántropos que pertenece a toda la humanidad, con la esperanza de que esta medalla sea en el 800 aniversario de su nacimiento que se cumplirá en 2007 un aliciente para aquellos que se dedican a la difusión de los ideales y del pensamiento de Moulavi, que, de alguna manera, es una forma de propagar las ideas de la UNESCO.” El documento añade: “El líder místico, pensador y celebrado poeta de habla persa, Moulana Yalal Al Din Balji Rumí, es considerado uno de los más destacados pensadores y sabios que ha dado la civilización musulmana, un poeta que tuvo como interlocutora a la humanidad como si de un todo se tratase.” La UNESCO señala que “debido al atractivo de su sinceridad y a su elevada expresión, los escritos de Moulana se han convertido en una luminaria directa que llevan a Dios, y sus obras, su pensamiento y sus enseñanzas han traspasados todas las fronteras nacionales, culturales y de las civilizaciones y se ven como un índice supremo de los sutiles misterios de la verdad divina.” El escrito de la UNESCO afirma asimismo que el de Moulana no es un mundo exclusivista sino que abarca la comprensión de un estado superior del ser humano, de un género humano que ha llegado al cúlmen de la fase de la perfección, que no ataca a nadie, y que, como hombre perfecto, buscador del amor, de la verdad y de la unidad del espíritu humano, se expone a sí mismo a los demás.
En la reunión que tuvieron ayer viernes por la tarde, en la comisión ejecutiva de la UNESCO tomaron la palabra otros miembros de la India y Pakistán, amén de otros de Irán y Turquía que son miembros observadores, para recalcar la importancia que tiene el legado cultural de Moulana.
Ahmad Yalali, embajador y delegado permanente de Irán en la UNESCO, dijo también unas palabras en la comisión ejecutiva en el curso de las cuales anunció el total apoyo de Teherán a la iniciativa de este organismo para acuñar una medalla sobre Rumi, y declaró: “Moulana pertenece a todo el mundo y no sólo a nosotros. Quizá podamos considerarlo la personalidad más amplia surgida en la civilización musulmana en el campo de las ciencias humanas y el que nos ha enseñado la profundidad de la relación existente entre la libertad y el espíritu humano y el mensaje divino del Islam y las demás religiones monoteístas.” Yalali agregó: “Moulana nos enseña a las claras que si cada individuo toma una vela, nuestros juicios se liberarán de las contradicciones.” Con motivo de esta grata noticia para el mundo de la cultura ofrecemos al lector de habla hispana una breve semblanza de la vida y obras de este poeta.
Ŷalal al-Din Mohammad Rumí, también conocido por Moulaví o simplemente Rumí (Bizantino, en árabe y persa), es, junto a 'Attar el mayor poeta místico nacido en Persia. Su rango como sufí llegó a tal punto que también es llamado Moulanâ (nuestro señor, en árabe).
Nació en Balj (actualmente en Afganistán) en 1207. El sobrenombre de Rumí es debido a que pasó la mayor parte de su vida y murió en la ciudad de Konya (en la actual Turquía), pero él siempre se consideró a sí mismo un persa jorasaní. Su padre, Baha al-Din Valad, era un gran maestro y orador, respetado por el pueblo incluso por el sultán Mohammad Jarezmshah. Baha al-Din y su familia se marchó de Persia cuando Rumí no era más que un niño. Permanecieron un tiempo en Samarcanda, tras lo cual se dirigieron a la Meca de peregrinación. Se cuenta que durante este viaje, al pasar por Neyshabur, el ya anciano Attar fue a ver a Baha al-Din y le regaló una copia de su "Asrar Nameh" (Libro de los secretos), y que, cuando vio al entonces niño Moulaví dijo: "Dentro de poco este muchacho hará arder a los ardientes del mundo." De regreso de la Meca, pasaron por Siria y acabaron estableciéndose en Asia Menor. Allí se casó Rumí tomando por esposa a Gouhar Jatun, y, cuatro años después, marcharon padre hijo y familia a Konya por expreso deseo del sultán selyúcida de Rum. Cuando el sustituto de su padre murió en el 1240, Rumí lo sustituyó en la cofradía y allí se dedicó a la instrucción, enseñanza y guía de los fieles hasta que cinco años después aparecía en Konya Shams Tabrizi. La vida de Rumí cambió de forma radical tras conocer a este gran y efusivo derviche. Su nombre real era Mohammad b. Ali b. Malekdad y se sabe que murió en 1247. Como su nombre indica, era natural de Tabriz. Llegó a Konya en 1244 y al año siguiente se marchó a Damasco causándole a Rumí un gran trastorno y sumiéndose éste en una melancolía por la partida del amigo. Cuando supo Rumí que Shams Tabrizi se encontraba en Damasco, comenzó a escribirle cartas y poemas y a enviarle mensajes. Poco más tarde, envió Rumí a Damasco a su propio hijo Sultán Valad acompañado de varios amigos, para que lo buscasen y le invitasen a regresar a Konya. Shams Tabrizi aceptó y se presentó en Konya acompañado de Sultán Valad. Pero esta nueva estancia no duró mucho pues se vio enfrentado a los prejuicios de la gente teniendo que salir de la ciudad al año siguiente con destino incierto. Rumí hizo todo lo posible por encontrarlo. Llegó incluso a viajar en dos ocasiones a Damasco, mas su búsqueda fue en vano. La llama y la pasión por la amistad de Shams Tabrizi y la melancolía que por él sentía, le inspiró para escribir una de las más maravillosas y extensas obras místicas de la literatura persa, el "Divan-e-Shams-e-Tabrizi" (el Poemario de Shams Tabrizi), escrito en versos monorrimos (gazal). Shams Tabrizi, al que Rumí tenía como ejemplo de hombre perfecto, le hizo desatender sus ocupaciones en la cofradía sufí, algo a lo que el propio Rumí hace referencia en sus poemas.
Años más tarde, Rumí compuso el Masnavi, su segundo libro y la obra cumbre de su vida. Rumí murió en 1273. Todos en Konya asistieron a su entierro, grandes y pequeños, musulmanes, cristianos y judíos. Su mausoleo se encuentra en dicha ciudad y su cofradía o tariqa sigue hoy en funcionamiento, se trata de la orden de los Derviches Danzantes que bailan dando vueltas hasta entrar en trance.
Moulana es tenido por los literatos y poetas persas y por los orientalistas como uno de los grandes poetas de Persia, tiene un rango especial y cada uno lo elogia desde un punto de vista diferente. Es conocido entre persas y no persas como uno de los místicos más importantes de la Humanidad, poeta de gran talento, filósofo agudo y elogiado por cada una de sus cualidades personales. Su posición en el mundo de la poesía es tan alto que algunos le consideran el mayor poeta del mundo, otros el mayor poeta de Persia, y otros, uno de los 4 ó 5 poetas persas más grandes. Su tumba en Turquía es un centro de peregrinación muy importante y a ella acuden religiosos de todo el mundo islámico.
El Masnaví (Dístico), tal como reza su título es una obra escrita en versos pareados. Se trata de su obra cumbre, de tal manera que se le llama también el "Corán en lengua persa". Lo que más llama la atención de ella es su variedad temática y la cantidad de alegorías que utiliza Rumí para expresar su sentir místico. Ello hace que tras el lenguaje sencillo (a veces casi coloquial) del Masnaví, se esconda una multiplicidad de acepciones que dan pie a varias interpretaciones, algo muy característico de las obras sufíes. En el Masnaví nos encontramos con "historia sagrada", aleyas coránicas, tradiciones o dichos del Profeta, todo ello narrado de tal manera que destila misticismo. También podemos encontrar historias de naturaleza obscena, algo que sorprende sobre todo a los occidentales. Algunas de sus historias están tomadas de "Calila y Dimna", y otras de las obras del poeta Nezami de Ganjeh, Attar e incluso de Avicena.
La otra obra, el "Divan-e-Shams-e-Tabrizi" (el Poemario de Shams Tabrizi), también llamado "Divan-e-Kabir" (Gran Poemario). Otras obras más pequeñas son Robayyat (cuartetas) y "Fihi ma fihi", en prosa.
(Mensaje enviado al foro de la revista Bajo los Hielos, por Yerko Isasmendi)

domingo, octubre 08, 2006

INTRODUCCION AL SEMINARIO SOBRE TRADICIONES ESPIRITUALES DE ORIENTE Y OCCIDENTE (Sergio Fritz Roa)



(Fragmentos de la charla dictada por Sergio Fritz Roa en Santiago de Chile durante el mes de Agosto de 2006)




Primero que todo, debo agradecer la concurrencia. La presencia de Uds. es muestra del interés por lo espiritual, incluso en una época, como la nuestra, tan cargada de materialismo.

Durante este breve seminario, intentaremos acercarnos a lo que constituye específicamente la dimensión espiritual del ser humano. En este universo, encontraremos un lenguaje propio (los símbolos), una serie de comportamientos (ritos) que se expresa en una especial comunión, una doctrina que nos habla del Ser y No Ser (la metafísica), conocimientos particulares tendientes a restituir al hombre su aspecto natural o adámico (la cosmología); y otros modos que son particulares.

¿Qué une al cristiano que participa de una misa en una iglesia iluminada con el musulmán quien hace el salat (oración) solitario en el desierto? ¿Qué une a un judío que lee la Tora con el zoroastriano que recita fragmentos del antiquísimo Avesta? ¿Un derviche y un practicante de una danza tribal, no estarán haciendo en el fondo algo semejante, a pesar de las diferencias expresivas?

Sin duda, hay en el fenómeno religioso un factor común: el deseo del hombre de comunicarse con lo Trascendente. Incluso puede faltar el libro sagrado, y seguiremos hablando de religión. Y si vamos allá, puede hablarse de uno o más dioses, y nadie podrá negar que en ambas visiones subyace algo espiritual. Podríamos debatir largamente en cuanto a la religión (a fin de simplificar, usaremos los términos religión y tradición espiritual como sinónimos, salvo cuando se indique que debe entenderse de manera más específica cada término) más conveniente para el hombre; pero ninguno de los que aceptarían un debate tal, negarían la premisa según la cual la religión es necesaria para el hombre. Incluso desde puntos de vistas exotéricos, se puede decir que la religión es positiva para el hombre, pues genera un orden social, una moral, ayuda a los más desposeídos, evita la criminología, le da esperanza a la sociedad, etc.

Alguien me podría rebatir y decir que por culpa de las religiones ha habido inquisición y discriminación. Aquella crítica pierde consistencia cuando sabemos que lo que hizo nacer aquellos errores nada tiene que ver realmente con la religión.

Pues religión proviene de “religio”, es decir volver a unir aquello que estaba separado. Es decir, hay en la religión una pretensión unitaria, de comunión no sólo con Dios sino también con los demás hombres. De allí que se hable en el Cristianismo del Pueblo o Asamblea de Dios, o en Islam de la Umma, la comunidad de fieles musulmanes. Etimológicamente religión es reunir, volver a unir lo disperso. Nos lleva a comprender el estado de exilio, separación en que el hombre vive. La religión busca hacer volver al ser humano a la condición adámica, la cual es previa a la caída, donde Dios-hombre era uno en conciencia y pureza.

Si alguien quisiera culpar a la religión por la existencia del fanatismo, uno podría preguntarse legítimamente porqué hay fanatismo entonces en esferas ajenas a la religión como la política, la música, o el fútbol. De esta manera religión y fanatismo o fundamentalismo como se lo llama hoy, no son sinónimos como pretenden aquellos que odian la religión.

Dijimos hace un momento que religión significa volver a unir. Pero, ¿qué es lo que se une? Al hombre con Dios. Pero si Dios incluye al hombre, ¿por qué hay una necesidad de unir? Porque el hombre muchas veces no sabe aquello que le es benigno. O si llega a saberlo, nada hace para ir en su busca y concretarlo. Aquí además juega un aspecto extremadamente misterioso, que los hindúes denominan Maya y que algunos traducen por ilusión; aun cuando es más preciso hablar de Magia. Llamémoslo en términos más comprensibles, “juego de Dios”. Dios al ser el Ser-de-Todas-las-Posibilidades no ha negado una que interviene hábilmente en lo creado: Dios ha puesto un velo que separa lo visible y lo invisible. La sabiduría islámica nos cuenta a través de un hadit qudsi (es decir un dicho del Profeta Muhammed) lo siguiente: que Allah habría dicho en los comienzos del tiempo histórico: “Yo era un tesoro escondido y quise que el hombre me conociera; y asó creé al mundo”. Es decir, en Dios hay algo oculto que el hombre debe conocer. ¿Cómo llegar a esa dimensión fundamental de Dios? Las religiones o tradiciones espirituales nos dan la respuesta, a través de métodos y herramientas precisos. Cada tradición tendrá su manera de acercarnos a Dios, pues muchos son los caminos… Lo importante es que se trate de una tradición verdadera, es decir que exista una revelación que haya sido transmitida de Dios al hombre, durante lo que Mircea Eliade llama “in illo tempore”. Es decir, el tiempo mítico.

De esta manera no podemos decir que es una tradición auténtica la que formulan los hombres sin que intervenga lo divino. Tampoco es una tradición auténtica la que se intenta restituir en base a ciertos elementos fidedignos y otros imaginarios. Me explico: Si bien la tradición celta puede haberse considerado válida en un momento determinado, hoy al haberse perdido el hilo conductor (la tradición), sólo quedan sombras, algo arqueológico y que si quisiéramos despertar sería imposible; por el contrario crearíamos una mezcla bastante penosa.

Las sectas y lo que Evola llama neoespiritualismos, no son tradiciones; sino sólo parte del reino de la confusión, el cual nada puede ayudar a redimir al hombre.

Demos algunos ejemplos de tradiciones espirituales válidas y vivas. El Cristianismo, el Islam, el Hinduismo, el Budhismo, el Judaísmo. Hay otras menos conocidas para nosotros los occidentales, como el Shintoismo y el Taoísmo.

Estas tradiciones se han expresado en religiones. Y en algunos casos una tradición se divide en dos o varias religiones. Pareciera que por una cuestión de economía se establecieran dos grupos grandes. Y así, en el cristianismo está el Catolicismo y la Ortodoxia; en el Islam, el Sunnismo y el Chiísmo; en el Budhismo, el Mahayana y el Hinayana; etc. En estos casos, ambas son caras de una misma moneda y son maneras de expresarse válidamente dentro de un mismo clima religioso.

Lo que no debemos olvidar al momento de estudiar las religiones es que lo transmitido es una “influencia espiritual no humana”. René Guénon, posiblemente el occidental que en el S.XX comprendió mejor lo referido a lo espiritual, era explícito en señalar este elemento calificador de lo que es tradición. Pues no solo se trata de cualquier transmisión, sino de una específica transmisión. Esta opera generalmente a través de ciertos ritos. Por ejemplo, el bautismo en el Cristianismo. Allí hay un hecho religioso de gran importancia, pues lo transmitido es una influencia que proviene de Dios.

¿Por qué Dios determina tantos caminos posibles para llegar a su misteriosa Faz?
La pregunta hallará una respuesta cuando se considera que los individuos poseen distintas características. Hay constituyentes étnicos, sociales, culturales, temporales que determinan a las personas y que son determinantes al momento de tomar una vía espiritual. Lo que Schuon llama economía divina actúa de manera muy perfecta y hace que en algunos momentos de la historia de la humanidad prevalezca una tradición sobre otras, fenezcan ciertos medios tradicionales, etc.

Cuando el estudioso comprende que a pesar de las lógicas diferencias formales entre las tradiciones, hay una sustancia común y el punto de llegada es el mismo, las apariencias desaparecen y queda solo Dios en su Secreto (el Sirr del cual hablan los sufíes).

Es por ello que los grandes maestros del Sufismo han podido decir algo que para la Sharia (ley islámica, el exoterismo) podría ser inquietante.

“Mi corazón se ha abierto a todas las formas: es pasto de las gacelas, claustro de monjes cristianos, templo de ídolos, la Kaaba del peregrino, las Tablas de la Tora, y el Libro del Corán. Yo practico la religión del Amor; en cualquier dirección que avancen sus caravanas; la religión del Amor será mi religión y mi fe”.
(Ibn Arabí)

“Yo no soy musulmán ni cristiano, ni judío no zoroastriano. No soy ni la tierra ni el cielo; no soy el cuerpo ni el alma”.
(Rumi)


Algunos científicos se han aproximado a lo que llaman “hecho religioso” a través de la disciplina de las “Religiones Comparadas”. Eliade, Couliano, Dumézil o Zaehner han dado algunas directrices o a lo menos ciertos elementos comparativos que nos permiten adentrarnos en esta ciencia. ¿Cuál es el objetivo de las Religiones Comparadas? Ante todo, estudiar seriamente los distintos hechos religiosos: mitos, ritos, símbolos, y ver las convergencias/divergencias entre religiones. ¿Cuál ha sido la utilidad de esta disciplina? En verdad entre el panorama materialista en que se tejen las ciencias modernas, ha sido algo así como un pequeño faro, una luz innegable desde ciertos puntos de vista. Por ejemplo, ha permitido al occidental comprender que un oriental también es un sujeto que busca lo trascendente. Esto que hoy nos parece obvio, no lo era hasta hace poco. Entre la mirada de un hombre del s.XIX y la de nuestro siglo, hay diferencias impresionantes. Y una de las más positivas es este encuentro con el otro. En este caso, con el oriental. Esta mirada de respeto, se la debemos en gran parte a los estudiosos de las Religiones Comparadas. Pero no hay que olvidar que esta ciencia, es una ciencia moderna; y por ello adolece de errores importantes, el principal quizá el estar disociada de una visión espiritual-tradicional que la sustente. Para las RC lo religioso y lo espiritual en general es algo ajeno, el objeto de estudio desde fuera. Por ello los mejores estudiosos de RC son aquellos que han vivido la religión de alguna manera, como fue el rumano Mircea Eliade, quien practicó un tiempo el Hinduismo en la misma India… Pero, lamentablemente, fue muy poco tiempo… y después se vio seducido por el mundo académico. Las críticas de Julius Evola al respecto son muy sinceras y hablan de la pérdida de Eliade para el esoterismo actual.

Desde otros puntos de vista se puede estudiar las tradiciones y/o religiones. Es un campo que nos parece aun más interesante y sólido que el de las Religiones Comparadas, y es lo que algunos han dado en llamar con más o menos precisión como: “escuela tradicional”, “perenialismo”, “sophia perennis”, etc. En este caso no se trata de una ciencia moderna, y en verdad tampoco se pretende una “escuela”. ¿Qué es entonces? Para comprender bien a qué nos referimos, digamos unas cuestiones previas.

El s.XX nace y en Francia el interés por lo “espiritual” se centra casi exclusivamente en el ambiente “ocultista. Lamentablemente el ocultismo es una desviación, donde lo propiamente espiritual se ve desdibujado, por lo cual podríamos decir que es una parodia de espiritualidad. Entre ocultismo y esoterismo hay todo un océano de diferencias. El ocultismo navega por los terrenos psíquicos y lo esotérico en los mares espirituales.

El ocultismo estará siempre ligado con una pretensión de destrucción de las religiones, para hacer verdaderas sombras de ellas. El caso típico ocurre con el teosofismo (que no es lo mismo que Teosofía, conocimiento de lo divino), liderado por Blavatsky, quien en su odio por el cristianismo intenta oponer un budhismo totalmente falso y manoseado por extrañas ideas concebidas en la mente de la misma Blavatsky. Términos como “karma”, “reencarnación”, “maya” que hoy los occidentales usan en su lenguaje cotidiano tienen la connotación errada dada por los teosofistas. Pero un hindú ortodoxo sólo podría mofarse de estos usos.

En el ocultismo, parodia de espiritualidad como decíamos, hay un exceso de interés por lo psíquico. Digamos que el hombre tiene al menos tres planos: el corporal, el psíquico y el espiritual. El último es el que predomina sobre los otros, toda vez que es el que se comunica más directamente con lo divino. En el psíquico afloran influencias peligrosas para el hombre. No es por nada que todos aquellos, como los ocultistas, que se quedan solo en lo psíquico se someten a influencias perjudiciales, no siendo extraños fenómenos de perturbación mental. La “ufología” o el “platillismo”, una manera ultramodernizada de ocultismo, con sus “hermanos mayores”, sus “mensajes astrales”, ha llevado a más gente al psiquiátrico que lo uno pudiera pensar de algo aparentemente tan inofensivo.

Pero volvamos a la Francia de inicios del s.XX, especialmente Paris. Este ambiente saturado de ocultismo, magia negra, espiritismo, verá nacer a un hombre excepcional. Y, como dirá acertadamente Charles André Gilis, no será casual que en este fango, surja el antídoto para Occidente: René Guénon.

Por el tiempo que poseemos, no podemos extendernos en los detalles de la vida de Guénon, la cual como alguien acertadamente ha dicho a diferencia de la clásica biografía del esoterista francés nada tenía de simple. Lo fundamental, sin embargo, debe ser establecido: Guénon tuvo conocimiento directo del ocultismo (pues participó de algunas organizaciones de este tipo en su juventud), lo estudio, lo siguió y lo denunció. Descubrió que tras el ocultismo existe la subversión, es decir un intento de invertir todo lo espiritual; y que en cambio lo que se debe hacer es restituir las tradiciones espirituales, pues sólo ellas poseen los medios idóneos para otorgar al hombre primero la salvación y luego la realización espiritual.

Hoy, cuando se habla de una Yoga sin Hinduismo, una meditación budhista sin Budhismo, un Sufismo (Tasawwuf) sin Islam, una oración del corazón sin Ortodoxia, el empleo del rosario y de invocación angelical sin conocer la esencia del Catolicismo, se hace más necesario volver a Guénon.

Lo que dice Guénon en resumidas cuentas y en lenguaje sencillo es lo siguiente: el hombre a través del tiempo se ha ido alejando de Dios, y de los centros espirituales que eran los puentes entre Él y los seres humanos, a tal punto que dichos centros se han ido ocultando. La manera de volver a la espiritualidad real, es volver a la tradición. Es decir a la aceptación de la necesidad de las formas tradicionales. Sólo ellas pueden otorgar un remedio eficaz al hombre moderno. Toda tradición es un medio útil; pero indudablemente hay algunas que atañen mejor a un determinado hombre, debido a características que constituyen lo que Evola llama “la ecuación personal”. De esta manera, toda tradición/religión debe ser considerada en alta estima, llámese Catolicismo, Budhismo, Judaísmo, Ortodoxia, Islam, tradiciones amerindias, etc. Sólo ellas han demostrado que a lo largo de los siglos han dado ejemplos de santidad y de realización espiritual, asegurando la vida espiritual de millones de seres.

En este Seminario hablaremos y conoceremos los aspectos o pilares centrales de las tradiciones espirituales vivas más importantes. Conoceremos algunas de Oriente como de Occidente. Ustedes podrán así darse cuenta que la misma búsqueda es la que guía a un católico que a un monje budhista; a un hindú que a un musulmán. El misterio de lo trascendente que se expresa en el silencio. Cuando las palabras pierden sentido es porque Dios está hablando. Y es precisamente esa experiencia única, íntima, inenarrable, la cual constituye lo espiritual por antonomasia.