jueves, mayo 21, 2009

ALEXANDER DUGHIN O CUANDO LA METAFÍSICA Y LA POLÍTICA SE UNEN (Sergio Fritz)

(Alexander Dughin o la convergencia de los extremos)

Escasas personalidades en los últimos años han conmovido de manera tan estruendosa los ambientes del radicalismo mundial, como lo ha hecho Alexander Dughin. Polemista, hombre dotado de una memoria prodigiosa, notable artesano en la difícil ciencia de generar ideas, locutor radial de un programa transgresor como pocos, ensayista, geopolítico, músico, estudioso de la Metafísica guénoniana, crítico de las ideologías políticas aceptadas por la policía del pensamiento, editor clandestino de las obras de Guénon y Evola cuando aun la Unión Soviética era una realidad, director de la asociación y casa editorial Arctogaia, la cual literalmente inunda Internet con sus páginas que tratan sobre Nacional-Bolchevismo, Otto Rahn, eurasismo, y Julius Evola, entre un variopinto universo conceptual que podrá generar aplausos u odiosidades; pues frente a Dughin o se está con él y se lo sigue o se lo repudia. Parece no haber otra opción. Y, sin embargo, nosotros a continuación queremos hacer un juicio crítico que esté más allá de las posturas extremas antes mencionadas.

Trataremos de exponer las ideas que sustenta Dughin, indicando, cuando lo estimemos procedente, nuestra opinión.

1.- Tesis Geopolítica.

Uno de los puntos centrales de los escritos de este pensador ruso es la geopolítica. En él converge una tradición que va desde Halford McKinder, pasando por el misterioso Karl Haushofer, hasta Parvulesco, su amigo francés.

La importancia dada por Dughin a la política de los grandes espacios, el enfrentamiento entre dos postulados cosmovisionales como son el atlantismo y el eurasismo, el destino de Alemania y Rusia, se fundamenta en la búsqueda del sentido de una lucha que posee enlaces invisibles y en la cual no sólo actúan los hombres sino - si se nos permite la expresión - los mismos dioses. Es decir, el combate se entiende entre ideas-fuerzas más que entre personalidades. Los hombres sólo representan los cuerpos o puntos espaciales en que se manifiesta la violencia histórica.

2.- Política Hermética.

Para Alexander Dughin como para Pauwels, Bergier, Serrano, Robin, Evola, Angebert, y tantos otros, existen ocultas conexiones entre política moderna y espiritualidad. Bastante se ha escrito de los Iluminados de Baviera, la Orden de Thule, la Masonería. Dughin señala nuevos paradigmas. Nos habla de la geopolítica movida por sectas que se enfrentan a muerte; del cosmismo ruso; y otras fuerzas vehiculadas por grupos reducidos, que trabajan desde la sombra.

Ha sido materia de fuertes críticas la idea de Dughin según la cual el comunismo sería una especie de "Vía de la Mano Izquierda", la cual encuentra una expresión en el mundo tradicional en corrientes como el Tantrismo. Es éste repetimos, uno de los puntos más controvertidos en Dughin, toda vez que en sus textos se aprecia una valoración de este camino. Hemos visto en Internet en la Home Page de un sitio nacional-bolchevique, como si se tratare de una reivindicación, una fotografía del satanista Aleister Crowley, por quien el ruso ha manifestado gran interés. No podemos omitir que disentimos de esta nebulosa espiritual, la que sólo conduce a equívocos a quienes no estén al tanto de la dicotomía "espiritualidad tradicional - seudoespiritualidad" , expresada tan claramente por Guénon. Por otra parte, si Dughin pretende defender la Tradición, ¿por qué no se dedica exclusivamente a la exposición seria y meditada del Cristianismo Ortodoxo - el cual sí posee hasta hoy la transmisión y los ritos propios de un camino tradicional-; en vez de buscar la Luz en uno de los terrenos más inestables de la "espiritualidad", como lo es el ocultismo?

3.- Revolución Conservadora.

El escritor ruso rescata el mensaje de aquel disímil grupo que Armin Mohler en su tesis doctoral denominó "Revolución Conservadora", y a la que habrían adherido pensadores de la talla de Thomas Mann, los tres Ernst (Niekish, Jünger, Salomon), Carl Schmitt, Oswald Spengler, los hermanos Strasser, entre otros.

La filosofía de esta agrupación se caracterizaría por un evidente culto a la guerra, el haber bebido en fuentes nietzscheanas, su oposición al Nacional-Socialismo, un acento izquierdista - lo cual , debemos decir, no se da en el politólogo católico Schmitt - que sin embargo es capaz de rescatar la Nación como entidad y bandera de lucha.

Los miembros de esta corriente serán focos de atracción para Dughin, como lo han sido para el movimiento cultural llamado Nueva Derecha.

4.- Espiritualidad Tradicional.

Dughin editará durante los años del marxismo en formato de samizdat, textos de los autores tradicionalistas René Guénon y Julius Evola. Señalará que tanto en la Iglesia Ortodoxa como en el Islam hay dos fuerzas vivas de la Tradición en Rusia y en los países eslavos. Será por tanto crítico del neo-espiritualismo y de ese fenómeno extraordinariamente anti-tradicional y subversivo que es la New-Age. Sin embargo, y como ya hemos indicado, existen aspectos en sus postulados que nos parecen rotundamente cuestionables; por ejemplo su valoración hacia aspectos de la magia ocultista y oscurantista de Crowley.

5.- Convergencia de los Extremos.

Alexander Dughin se definirá Nacional-Bolchevique. Por tanto su pretensión es la unión táctica de las huestes nacionalistas y comunistas. Y así unirá el radicalismo alemán con el bolchevismo ruso. Digamos por nuestra parte que esta doctrina aunque descabellada, sin embargo no es novedosa, y, que por el contrario, se ha presentado como un muro defendido por varios pensadores. Es lo que se ha denominado "alianza pardo-roja", que sedujo a algunos autores de la "Revolución-Conservadora", y en años más recientes a Giorgio Freda, autor del texto La desintegración del sistema y creador de un curioso movimiento llamado nazi-maoista.

Tal postura, según los nacional-bolcheviques, se justifica en el hecho que los únicos adversarios al sistema capitalista han sido y son la extrema derecha y la extrema izquierda.

Como anécdota digamos que Julius Evola criticó estas posturas, las cuales se presentaron muy fuertes y radicales en Italia, durante la década de los 60 y 70, llevando incluso a la cárcel a varios de los militantes de esta corriente, quienes creyeron que no había otra vía factible que la violencia. El rescate por este grupo de figuras como el Che Guevara, Mussolini, Mao Tse-Tung o el mismo Evola (¡quien jamás en sus textos o conversaciones aprobaría un actuar semejante!), fue una de las características en Italia de esta doctrina demasiado ambigua y peligrosa.

6.- Nuevas Estrategias.

No sólo la erudición del director de Arctogaia ha llamado la atención de los europeos. También lo ha hecho su carácter de polemista. Para él han de utilizarse nuevas estrategias y tácticas. La guerra actual exige nuevos medios, y no deben quedar de lado la televisión, la radio, el periódico, la revista, Internet. En todos ellos, Dughin ha lanzado sus venenosos dardos, sembrando la conmoción en los medios intelectuales.

Pero no sólo basta utilizar nuevas herramientas, se extrae de su actuar. Debe usarse una nueva semántica. La revolución no es otra cosa que la imposición de nuevos parámetros conceptuales. Así, un lenguaje que utilice palabras supuestamente antagónicas despertará la atención. Utilizar términos como revolución-conservadora, socialismo-nacional, unión entre extrema derecha y extrema izquierda, es fuertemente polémico. He aquí que hallamos un riesgo de la operativa de Dughin: al querer abarcar mucho - al ser extensivo- ha caído en contradicciones.

Hemos intentado mostrar en una síntesis - que sabemos es demasiado apretada - las principales ideas que mueven a este intelectual del activismo más radical. Esperamos sea de utilidad nuestro trabajo para aquellos que busquen otros caminos en los tristes mares de la política actual.

Digamos, para finalizar, que uno podrá estar de acuerdo o en oposición respecto de las teorías del pensador ruso. Sin embargo, ¿alguien podría ser indiferente a sus postulados? Creemos que no, y hay allí un mérito no menor imputable a este geopolítico de la metafísica.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

1.- INTERNET

Podemos decir que hemos revisado la casi totalidad de las páginas difusoras del pensamiento de Dughin en Internet; recomendamos especialmente la web Arctogaia (http://www.arctogaia.com/) que posee mucho material de utilidad. Ver además el sitio cuya URL es http://resist.gothic.ru/ donde se encuentran, entre otros artículos de Dughin, "We are going to cure you with poison (An essay on the serpent)" (http://resist.gothic.ru/english/serpent.html) y el breve texto "Axe is the name of mine (Dostoyevskiy and the metaphysics of St. Petersburg)" (http://resist.gothic.ru/english/axe.html).

Aunque aun son pocos los textos de Dughin traducidos al castellano disponibles en Internet, pueden hallarse tres o cuatro. Uno de ellos es "La dinámica ideológica en Rusia y los cambios del curso de su política exterior" (http://www.geocities.com/CapitolHill/6824/felix.htm)

Finalmente, otro sitio Nacional-Bolchevique que ha de ser visitado es Synergeon (http://www.nationalbolshevik.com/synergon/directory.html)

2.- REVISTAS

1.- Ghio, Marcos. El Quinto Estado: Una réplica a Alexander Dugin. En "El Fortín", N° 12, 3a. Época, Buenos Aires, pág. 4-6. Se trata de una excelente formulación de críticas hechas por el director del Centro de Estudios Evolianos al político ruso.

2.- Autor desconocido. La verdadera Rusia. Alexsandr Dughin, un "tradicionalista metafísico" en la URSS de Gorbachov. En "Ciudad de los Césares" N° 19, Julio-Agosto de 1991. Santiago de Chile, pág- 5-7. Es una entrevista realizada por la revista "Orion", N° 73, Enero-Febrero de 1991, Bruselas, y que la publicación chilena tradujo agregándole una útil introducción. En ese mismo número de "Ciudad de los Césares", se encuentra un trabajo relacionado con el Nacional-Bolchevismo, cuyo autor es José Cuadrado Costa, e intitulado Ernst Niekisch y el Nacional-Bolchevismo.

3.- Aleksandr Duguin. Cosmismo y comunismo. Conspiración ideológica en Rusia. En "Ciudad de los Césares" N° 39, Mayo-Julio de 1995. Santiago de Chile, pág. 17-22.

4.- Andrade, Gustavo. ¿Nacional-Comunismo o alianza pardo roja? En "Ciudad de los Césares" N° 32, Noviembre-Febrero de 1994. Santiago de Chile, pág. 3-5.

5.- Andrade, Gustavo. Por una geopolítica (hispano) americana. A propósito de la perspectiva geopolítica eurasiática En "Ciudad de los Césares" N° 27, Noviembre-Diciembre de 1992. Santiago de Chile, pág. 3-6. Se presentan en este trabajo las ideas expuestas en una reunión celebrada en Rusia y a la que asistieron autores como Dughin, Steuckers, Baburin, Benoist, entre otros.

Además se ha consultado la bibliografía completa de "Ciudad de los Césares" - donde pueden encontrarse muchos textos o reseñas referentes al Nacional-Bolchevismo- y los textos "políticos" de Julius Evola, especialmente "Cabalgar el tigre" (Ediciones Nuevo Arte Thor, Barcelona, 1987).

©Sergio Fritz Roa

(Santiago de Chile, Febrero de 2002)

jueves, mayo 07, 2009

JULIUS EVOLA Y LA MAGIA (Sergio Fritz Roa)


(Julius Evola en su juventud, posiblemente la época en que más se interesó por la Magia)

“Ayudadnos a domar el Espíritu de la Tierra,
aprended a comprender el sentido de la Muerte
y a encontrar la palabra de la Vida.
Emprended el camino de vuelta”(1).

Julius Evola (1898-1974) es conocido de manera preponderante gracias a sus trabajos en el área que se ha llamado “metapolítica” y como expositor de temas tradicionales, más allá del debate sobre la plena ortodoxia de la visión del italiano con dichos postulados.

Sin embargo, un aspecto desconocido y fundamental de su vida y obra lo constituye la Magia, asunto del que anhelamos dar algunas claves.

LA MAGIA EN EL UNIVERSO EVOLIANO

La primera consideración que puede hacerse en relación al tema que aquí nos reúne es la que sigue: el concepto evoliano de Magia no encuadra con el que la mayoría de los modernos sustentan. Al comentar su experiencia en este terreno, el italiano exclama: “no se trataba de ciertas prácticas, reales o supersticiosas, dirigidas hacia la producción de uno u otro fenómeno extranormal. Hablando de magia se quería más bien significar que la atención del grupo se dirigía esencialmente hacia aquella especial formulación del saber iniciático que obedece a una actitud activa, soberana y dominante con respecto a lo espiritual”(2).

Esta posición que resalta la actividad como nota esencial en la vía mágica, encuentra sus raíces en Ciro Formisano, más conocido por su seudónimo Giuliano Kremmerz, sin duda una de las fuentes en que Evola bebió de esta ciencia. En efecto, para el líder de la organización Myriam, la Magia es un “estado activo de conquista de la voluntad …”(3). En ello Magia se diferencia de los “misticismos” o de técnicas como la meditación cristiana o budhista, en las cuales el hombre tiene un papel pasivo, de simple receptor de lo sagrado.

En esta perspectiva Julius Evola propondrá “la toma del cielo por asalto”, en contraposición a René Guénon, quien privilegiará la contemplación frente a la acción. Evola en un artículo donde polemiza con el autor de El simbolismo de la cruz, señala: “en un plano general es muy exacto lo que dice Éliphas Levi, es decir, que el conocimiento iniciático no es donado, se lo atrapa, siendo esto por lo demás de la esencia de aquella cualidad activa que, dentro de ciertos límites, el mismo Guénon reconoce. Querer o no querer, un cierto trato “prometeico” bien entendido pertenecerá siempre al tipo más alto del iniciado”(4).

De lo que se trata es de hacer sobresalir el carácter práctico de la Magia, a la vez que potenciar su cualidad “viril”, solar, heroica. No por nada Evola(5) nos recuerda el sentido que tuvo esta disciplina del Ser en los tiempos no modernos. Así, un Roger Bacon se atrevió a decir que Magia es la metafísica práctica; y un alquimista como Della Riviera enfatiza el carácter “heroico” de los verdaderos magos o adeptos. Es lo que Evola ha llamado “virilidad espiritual”, actitud que dice relación con la sugerida en los textos tántricos. En efecto, lo perseguido por ambas ciencias (Magia y Tantra) se asemeja notablemente, y su quintaesencia subyace en este pensamiento:

“Es propio de mujeres esforzarse por establecer la superioridad de una verdad mediante argumentos discursivos, pero es propio de hombres conquistar el mundo con tu propio poder”(6).

Siendo fiel a esta visión Evola dirá:

“En otros términos, se presenta una disciplina que permite ser libre e invulnerable hasta en el gozo pleno del mundo, de todo lo que el mundo ofrece. Pero, al mismo tiempo, se le quitan a este mundo todos los caracteres de apariencia pura, de ilusión o de espejismo, de maya, que se le habían atribuido en los Vedanta. El mundo no es maya, sino potencia”(7).

Mircea Eliade, estudioso rumano de las religiones, al referirse al Yoga da a conocer elementos que también hallaremos en la Magia tradicional:

“La “tendencia hacia lo concreto” y la importancia concedida a la “acción”, que caracterizan las técnicas yogas, explican también el esfuerzo de éstas hacia la “cosmización” del hombre. La Creación de los mundos, la cosmogonía, es el arquetipo de la “acción”. En un cierto sentido, el yogui repite en su propio ser la transformación del caos en Cosmos; se lleva a cabo, otra vez, una interiorización de la Creación cosmogónica. Antes de separarse del Cosmos, el yogui se homologa con él, lo repite y se apropia de sus ritmos y de sus armonías. Pero, como hemos visto, esta “repetición” no constituye un fin en sí misma; la “cosmización” que sigue a un caos psicomental es sólo una etapa hacia la liberación final”(8).

De lo expuesto, fácil es concluir que existe una ineludible semejanza entre Magia y Tantra. De allí, el sincero interés que el italiano tuviera por ambas gnosis.

EL GRUPO DE UR

Es deber mencionar que Julius Evola no sólo se dedicó al estudio de los viejos manuscritos mágicos, sino que tomó una actitud comprometida que lo llevó incluso a adherir a una sociedad esotérica denominada “Grupo de Ur”, durante el periodo 1927-1929; siendo por tanto su conocimiento de la disciplina mágica teórico y práctico a la vez.

La experiencia del “Grupo de Ur” es única, y no encuentra paralelo en la historia. En efecto, se trata de un grupo heterogéneo que intenta presentar directivas doctrinales a la vez que mostrar algunas vivencias en relación a la Magia; ello de manera aguda y seria, cualidad que separa a esta organización de la falsa espiritualidad y del ocultismo.

Según Evola: “Las monografías del “Grupo de Ur” querían pues dar puntos de arranque, sugestiones, direcciones de la mencionada ciencia, sobre todo y en primer lugar con “la exposición de métodos, de disciplinas, de técnicas” conjuntamente con una profundización del simbolismo, en segundo lugar “relatos de experiencias efectivamente vividas”, en tercer lugar se iba a promover “la reedición o traducción de textos, o partes de textos, raros o poco conocidos, de las tradiciones de Oriente y Occidente, oportunamente esclarecidos y anotados” (por ejemplo publicamos la primera traducción italiana del griego del Ritual Mitraico del Gran Papiro Mágico de París, algunos capítulos de un Tantra, textos herméticos como la Turba Philosophorum, algunos cantos de Milarepa, los Versos Áureos pitagóricos, pasajes del Milandaphña buddhista, extraídos de Meyrink, Kremmerz y Crowley, etc.), en cuarto lugar “encuadres doctrinarios sintéticos” y precisiones críticas. Eran presentadas direcciones múltiples de diferentes escuelas a fin de que el lector tuviese manera de elegir en base a sus particulares predisposiciones o inclinaciones”(9).

Este corpus, constituido por artículos, reseñas, poemas, experiencias y meditaciones, brindará de manera eficaz - y tal vez definitiva - material suficiente para comprender lo que es Magia(10), como además entender aspectos relacionados con psicologismo, contra - iniciación, Budhismo, elementos rituales, drogas, mundos sutiles, modernidad, tradición romana, sexualidad, y Hermetismo. De allí su importancia para la hora presente.

Guiados por Arturo Reghini (gracias a quien el autor de Rebelión contra el mundo moderno dejará de lado ciertas taras de carácter ocultista) y el mismo Julius Evola(11), los colaboradores ocultan sus nombres reales con seudónimos, a fin de aplacar el egoísmo y personalismo. En la revista que publican - llamada primero “Ur” y luego de la división del grupo “Krur” -, es factible encontrar textos de masones, steinerianos, pitagóricos, kremmerzianos, como de escritores independientes.

Renato del Ponte, uno de los mayores estudiosos de la opus evoliana, realizó un listado de los participantes del “Grupo de Ur”, intentando determinar su filiación y seudónimos; información que a continuación damos(12):

a) Masónico-Pitagóricos:
Arturo Reghini (Pietro Negri y Heníocos Áristos)
Guido Parice (Luce)
Aniceto del Massa (Sagitario)

b) Católicos:
Guido de Giorgio (Havismat)
Nicola Moscardelli (Sirius)

c) Antroposofistas:
Arturo Onofri (Oso)
Girolamo Comi (Gic)
Giovanni Colazza (Leo)
Giovanni Colonna de Cesaró (con quien Evola habría compartido con la sigla Arvo)
Alba (aun no identificado)

d) Kremmerzianos:
Ercole Quadrelli (Abraxa y Tikaipós)
Leone Caetani (Ekatlos)

e) Figuras independientes:
Corallo Reginelli (Taurulus)
Emilio Servadio (probablemente Apro y Es)
René Guenón (Agnostus)
Julius Evola (Ea, Agarda, Iagla, Breno, Krur, y algunos de Arvo, y todos los textos pertenecientes a Glosas Varias)

f) Miembros de escuelas esotéricas sin identificar:
Arom, Nilius, Primo Sole, Gallus y Zam.

Textos originales:
Anagarika Govinda, Arthur Avalon, Ottokar Brezina, Aleister Crowley, Giuliano Kremmerz, Paul Masson-Oursel, Gustav Meyrink, Narayanaswami Aiyar Shiyalli.

Un dato ilustrativo. Tan grande ha sido el interés que ha despertado el Grupo de Ur en las nuevas generaciones que en Italia se han escrito libros sobre el tema, existiendo en Internet un foro dedicado exclusivamente a dicha organización. Su dirección es: http://it.groups.yahoo.com/group/gruppo_di_ur/

LA MAGIA “EVOLIANA” Y LA TRADICION

No puede desconocerse que la Magia en el sentido que aquí hemos plasmado juega un papel importante en la totalidad o mayoría de las formas tradicionales. Si bien para algunos solo es una ciencia tradicional (es decir lo que correspondería en el lenguaje ortodoxo guénoniano a un “Misterio Menor”/(13)), para otros (como es el caso de Julius Evola) es mucho más que eso, pudiendo incluso considerarse en sí misma una vía tradicional completa, y, que, por tanto, no requiere para subsistir la dependencia a una forma tradicional exotérica.

No nos es posible detallar aquí las enormes diferencias que implica adoptar una u otra visión; sin embargo, más allá de esta confrontación deben ser dichas ciertas cosas(14).

Así, urgente es reivindicar la Magia auténtica para los estudios esotéricos. Seamos enfáticos, aun cuando se nos acuse de reiterativos: La Magia, al igual que la Alquimia(15) y otras gnosis antiguas, poco o nada tiene que ver con lo que los medios sensacionalistas dicen de aquéllas. La primera no busca el poder personal, como muchos han señalado. El cultivo de la voluntad es requisito esencial en toda praxis espiritual, y, en verdad, en todo orden de cosas. La nota esencial de la Magia no es entonces “el poder”; sino la realización espiritual a través de técnicas e influencias - imaginales, mentales, visuales, rituales, orales - dirigidas fundamentalmente al mismo practicante, que le permitirán posteriormente hacer caer el Velo de Isis; es decir, facultarán al Adepto a percibir la realidad desnuda, libre de toda ilusión. La Alquimia, por su parte, no es un camino tendiente a la obtención del oro físico; sino del Oro astral, mucho más valioso: e incluye aspectos sutiles como otros operativos, lo que sin duda la transforma en uno de los conocimientos más integrales, aun cuando en la actualidad pocos podrían iniciar al neófito en sus ígneas sendas(16).

Desde el amplio horizonte de la Tradición, Magia se asemeja a Teurgia; quedando fuera de esta definición aquellas búsquedas y operaciones nigrománticas u otras de dudosa fuente, que explota hasta la saciedad el mundo ocultista. El monje benedictino y alquimista Antoine Dom Pernety, en su célebre Diccionario, al referirse a los Magos(17), señala: “hacían profesión de la Magia, pero de esa magia sublime, y por decirlo así, ejercida por los más grandes hombres de la antigüedad, a la que se dio el nombre de Teurgia para distinguirla de la Magia supersticiosa y condenable que se ejerce por el abuso de las cosas naturales y de las cosas santas, con la invocación de espíritus malignos, en tanto la Teurgia consiste en el conocimiento y práctica de los más curiosos y menos conocidos secretos de la Naturaleza”(18). Es éste el sentido que aquí debemos retener y que predominó durante la Edad Media, e incluso el Renacimiento; concepto sustentado por los grandes autores, entre ellos Paracelso, Agrippa y von Eckartshausen(19).

También queremos señalar que Magia constituye un grave peligro para quienes no están cualificados(20). Cierta tendencia al psiquismo en los estudiantes de Magia ha llevado a muchos de ellos a trastornos mentales de carácter real; pues solo un hombre austero en sentimientos podrá traspasar los innumerables muros de esta vía. Las energías mal empleadas fácilmente se transforman en entidades psíquicas llamadas por algunos “larvas”.

Por último, y aquí anhelamos extendernos un poco, debemos prevenir de un equívoco reiterado y decir que no puede calificarse la visión evoliana de la Magia como una simple postura de “autoiniciación”. Ello es fácilmente demostrable; y así una prueba de lo que indicamos se encuentra en uno de los textos evolianos, llamado “La magia, el maestro, el canto”(21), donde se señala lo siguiente: “Un verdadero Maestro se pone siempre en un punto en el cual todas las posibilidades son ofrecidas en modo de que cada uno pueda luego desarrollarlas separadamente”(22). Y en otra parte, al hacer explícito los requisitos para la práctica ritual mágica, indica lo urgente de tener en primer lugar un Maestro. De todas maneras, tal como lo hace presente el mismo Julius Evola, lo dicho no obsta a que en ciertas eventualidades muy particulares no sea urgente en el proceso iniciático la presencia del Maestro humano(23); pero, como René Guénon ha indicado, estos casos son más bien excepciones; por lo cual no ahondaremos en ellos.

LOS ESCRITOS EVOLIANOS SOBRE MAGIA

Para finalizar este trabajo, y sin ánimo de pretender realizar una bibliografía exhaustiva y total de los libros y artículos evolianos que dicen directa o cercana relación con la Magia, plasmamos la siguiente lista, que, sin embargo, será útil a nuestros lectores(25):

1.- Saggi sull’ idealismo magico, Atanor, Todi-Roma, 1925.
2.- L’uomo come Potenza, Atanor, Todi-Roma, 1926.
3.- Introduzione alla magia quale scienza dell’Io, Gruppo di Ur, Roma, 1927-1929. Se trata de artículos incluidos en la “Revista Ur”, posteriormente denominada “Krur”. La editorial Bocca en 1955-1956 editó una antología en 3 tomos.
4.- Maschera e volto dello spiritualismo contemporaneo, Bocca, Turín, 1932.
5.- Lo yoga della potenza, Bocca, Milán, 1949.
6.- Metafisica del sesso, Atanor, Roma, 1958.
7.- La via della realizzazione di se secondo i misteri de Mithra, Fondazione Julius Evola, Quaderni di testi evoliani, n° 4, Roma, 1977.
8.- La dottrina della palingenesi nell’ermetismo medioevale (artículo que poseemos, aunque desconocemos sus datos de publicación).
9.- Perchi la magia? Se trata de una entrevista realizada por Gianfranco de Turris, (Turín, Planeta, n° 47, 7/1972, p. 8), en Ommagio a Julius Evola per il suo LXXV compleanno, Volpe, Roma, 1973.
10.- Magia sessuale e vampirismo sessuale nella Cina antica (Vie della Tradizione, II, n° 8, 10/1972). Traducción francesa: Magie sexuelle et vampirisme sexuel dans le Chine ancienne, en Rebis, n° 6, 1984.

* * *

Sergio Fritz Roa, Santiago de Chile, Abril de 2004

NOTAS:

(1) Trozo de un poema del gran escritor Novalis que formaría parte de su iniciático Enrique de Ofterndingen, novela inconclusa en donde los amantes del Arte Real o Alquimia podrán encontrar varias claves simbólicas. La versión que damos se encuentra incluida en Himnos a la noche. Novalis. Ediciones Orbis, S.A., 1985, p. 216.

(2) El camino del cinabrio. Julius Evola. Ediciones Heracles, Buenos Aires, 1998, pp. 88-89.

(3) Citado por Julius Evola en Metafísica del sexo. José J. de Olañeta, editor, Palma de Mallorca, 1997, p.310.

(4) “Acerca de los límites de la regularidad iniciática”, incluido en el Tomo VI de La Magia como ciencia del espíritu. Grupo de Ur y otros. Ediciones Heracles, Buenos Aires, 2000, p.129.

(5) Ver el artículo Consideraciones sobre la magia y sus poderes en el Tomo II de La Magia como ciencia del espíritu, Grupo de Ur y otros, Op. cit., 1998, pp. 109-177.

(6) Citado por Mircea Eliade en Técnicas del yoga. Compañía General Fabril Editora, Buenos Aires, 1961, p. 53.

(7) El yoga tántrico. Julius Evola. Editorial Edaf, S.A., Madrid, 1991, p.19.

(8) Técnicas del yoga. Mircea Eliade. Op. cit., p.203.

(9) El camino del cinabrio. Julius Evola. Op. cit., p. 89.

(10) Si bien es cierto que la mayor parte del conjunto de monografías incluidas en “Ur” y en “Krur” es en el fondo bastante homogéneo e indudablemente tradicional, no puede decirse lo mismo respecto de algunas de ellos, que denotan una visión más bien “de baja magia” que mágica en el sentido que aquí hemos presentado. De partida, llama la atención que junto a notables trabajos que muestran una visión trascendente de la Magia, coexistan textos como el “Conjuro mágico pagano” (destinado a saciar una venganza) o del ocultista Crowley, cuya “magia” no puede tener ningún punto de unión con la de un von Eckartshausen y otros magos. Hay aquí una contradicción que debe señalarse; pues, si se desea explicar una concepción esotérico-tradicional de la Magia, mal podrían darse como ejemplos textos y/o autores relacionados con brujería.

(11) No son claros todos los motivos por los cuales se disgregó el “Grupo de Ur”. Sin embargo, sabido es que la mayoría de sus miembros se abanderizaron por una u otra ala: la “evoliana” (entre otros, aquí se encuentra su amigo inicialmente steineriano, pero luego católico, Arturo Onofri, 1885 - 1928) y la “reghiniana” (es decir, el grupo masónico). Evola alude en su autobiografía a un intento de quitarle de las manos la publicación de parte de “elementos que mantenían con vida a la Masonería a pesar de su supresión en el período fascista” (El camino del cinabrio. Julius Evola. Op. cit., p. 90). La heterodoxia del grupo, así lo creemos, es otro factor que necesariamente habría repercutido en esta ruptura.

(12) Esta información originalmente apareció en el trabajo de Renato del Ponte Evola e il magico “Gruppo di Ur”, Ed. Sear, Borzano, 1994. En castellano se encuentra disponible en el Tomo VII de La magia como ciencia del espíritu. Grupo de Ur y otros. Op. cit., pp.183-184.

(13) Es curioso que para René Guénon deba considerarse un error de Evola el usar la palabra Magia, la que estaría llena de malas connotaciones, mientras que él sí se permite utilizar términos como Metafísica y Tradición, tan denigrados o desvirtuados en la actualidad como la palabra Magia. Así, en su reseña al libro de Julius Evola, La tradición hermética, dice: “En efecto, inevitablemente, tan pronto como se habla de “magia”, se piensa en una ciencia destinada a producir fenómenos más o menos extraordinarios, particularmente (pero no exclusivamente) en el orden sensible; cualquiera que haya podido ser el origen de la palabra, este significado se le ha hecho inherente hasta tal punto que es conveniente dejarlo” (Formas tradicionales y ciclos cósmicos. Ediciones Obelisco, Barcelona, 1984, p.103).

(14) Es precisamente en la defensa de la acción y por tanto de la Magia donde Evola se diferencia de Guénon. Mientras el primero enseña que es la acción la mejor postura tradicional, Guénon, por su parte, advierte los peligros de aquélla, recordando el carácter “titánico”, de rebeldía “kshatriya“, de Evola. Mientras el italiano privilegia el poder regio, el segundo lo hace con la potestad sacerdotal, que representa para nuestro mundo la vía contemplativa.

(15) Ambas ciencias son denominadas “Arte” por sus seguidores; el grado de Adepto existe en ambas; la muerte ritual o nigredo es una de las etapas imprescindibles en Magia y Alquimia. Por cierto, pueden hallarse más paralelos; pero basta con éstos. Lo fundamental aquí es mostrar su plena validez operativa y su inserción dentro del mundo de la Tradición.

(16) Algunas ideas sobre Alquimia ya han sido dadas en anteriores trabajos nuestros; especialmente en Mujer y Alquimia (Ciudad de los Césares N° 58, Septiembre - Noviembre, 2000, Santiago de Chile; versión en italiano La donna e l´Alchimia, en L´Idea. Il giornale di pensiero, N°2, Año VII, 2001, Roma) y en Nota acerca del conocimiento hermético y palabras relativas a la iniciación de los alquimistas (Bajo los Hielos N° 10, www.angelfire.com/zine/BLH; pronto en www.bajoloshielos.cl).

(17) Los Magos eran una comunidad religiosa, posiblemente meda, que en el Zoroastrismo tardío intentó introducir las viejas deidades cuya adoración Zarathushtra rechazó (lo que se aprecia en los Gathas, cánticos del Avesta atribuidos al Profeta persa), al enseñar el monoteísmo. En el imperio persa los Magos tuvieron prácticamente el monopolio del culto religioso.

(18) Voz “Magos”, en Diccionario Mito-Hermético. Dom Antoine-Joseph Pernety. Ediciones Índigo, S.A., Barcelona, 1993, p.295.

(19) Recomendamos a nuestros lectores el monográfico Magia de la revista La Puerta, publicado en septiembre de 1993 por la española Ediciones Obelisco. Allí encontrarán reunida bastante información sobre el tema desde el punto de vista que aquí nos interesa, es decir el esotérico tradicional.

(20) Nunca será suficiente insistir en puntos tan delicados como el presente. La cualificación iniciática es la barrera que impide los peligros a los que aludimos. Hoy día cualquiera que pague una cantidad de dinero considerable puede ingresar a unas autodenominadas “sociedades secretas”; hecho que demuestra la incomprensión por los modernos de los fenómenos espirituales. Pero tampoco cualificación implica acumular erudición, como otros han pretendido. Ya en 1957, el primer tradicionalista chileno advertía de tales males: “Ningún profano puede realizar por sí mismo este proceso (la muerte iniciática). Ninguna lectura ni la acumulación más prodigiosa de conocimientos científicos y filosóficos puede tener efectos equivalentes a la iniciación. El Candidato debe reconocer su estado de pobreza y, totalmente desvalido, necesita ser conducido por un guía…”; y más abajo: “Al Candidato se le exigen sí determinadas calificaciones intelectuales y morales, por un lado, y por el otro, que demuestre firmeza de propósito hasta expresarlo en el Juramento” (Espiritualidad en el conocimiento y en la acción. Mario Antonioletti. Centro Estudios Tradicionales Americanos, Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1957, p.65).

(21) Incluido en el Tomo IV de La magia como ciencia del espíritu. Grupo de Ur y otros. Ediciones Heracles, Buenos Aires, 1997, pp. 53 -58. En esta oportunidad Evola borra su nombre civil, y en su lugar se dice “Glosas varias”.

(22) La magia como ciencia del espíritu. Grupo de Ur y otros. Tomo IV, Op. cit., p. 54.

(23) Sin duda es este uno de los aspectos más difíciles de comprender para quienes se acercan por primera vez al estudio de la iniciación. Naturalmente la referencia a un “maestro no humano” es algo a lo que no estamos habituados en la vida moderna; sin embargo, la existencia del Kidhr en el Islam, de los ángeles en el cristianismo, de Elías Artista en el hermetismo medioeval y renacentista, dan pruebas suficientes de la posibilidad de una iniciación directa a través de potencias celestiales. En Alquimia se enseña que la materia primera y los pasos que debe conocer el operador para alcanzar la Piedra Filosofal, sólo pueden conocerse a través de dos vías: por la intervención de un Maestro o de la revelación divina. Esta última posibilidad es la que los alquimistas han denominado con precisión “Donum Dei“.

(24) Los más importantes de estos textos ya han sido traducidos al castellano.

lunes, mayo 04, 2009

Novalis y su Alquimia Literaria (Sergio Fritz Roa )




Los escritores que llamamos románticos estuvieron influidos de manera notable por la filosofía hermética. L´Isle Adam, Hölderlin, Goethe, Blake, Nodier, Nerval, Balzac, así lo evidencian. Y, por supuesto, Novalis, quien será uno de los mayores difusores de este llamado a sacralizar la vida y a liberarla de las ataduras convencionales. En las obras de todos estos literatos aparece, con mayor o menor grado, el simbolismo alquímico y la búsqueda de un conocimiento sagrado velado para la mayoría.

Y es el profundo y melancólico Friedrich Leopold von Handerberg, más conocido como Novalis, quien ofrece uno de los mejores ejemplos del habitar alquímico en la literatura. Como primera cuestión, su propia cosmovisión es la propugnada por el hermetismo: el conocimiento de la naturaleza, pues es en ella donde mora el espíritu. Sus obras son viva expresión del deseo de trascender la materia a través de un proceso que comprende las tres clásicas etapas alquímicas: nigredo, albedo y rubedo (o proceso de negrura, purificación y concreción del Adam Kadmon u hombre primordial, respectivamente). Dentro del primer momento de la búsqueda está la nigredo, negrura o muerte mística, es decir La Noche. No por nada, Novalis tituló “Himnos a la Noche”, su obra más famosa. Los alquimistas reiteran en sus tratados la importancia de la muerte o putrefacción como primera edad en la elaboración de la Piedra Filosofal. Luego que la materia es golpeada y pulverizada, la esencia se va purificando y empieza a mostrarse. Es la albedo o reino del blanco. Finalmente, se nos presenta la rubedo o época del vigor o concreción de los tres principios (mercurio, azufre y sal). Solo después vendrá la Edad Dorada, el reestablecimiento de la luz.


Las alusiones de Novalis a la flor, a la luz, a las polaridades (luz-sombra, noche-día, hombre-mujer) y su resolución, como al viaje iniciático, encuentran desde una perspectiva alquímica un rico material de interpretación. Especialmente su inacabado “Enrique de Ofterdingen” entrega joyas para quienes deseen confeccionar una profunda hermenéutica. Las alusiones en dicha obra a la astrología, la mineralogía y el proceso alquímico son muchas. Aunque no nos es posible aquí realizar un exhaustivo estudio al respecto, deseamos, ¡eso sí!, remitir al lector al bello canto de Klingsohr, que empieza con “En verdes montañas nace…”. Allí se describe de manera metafórica, pero distinguible para quienes están acostumbrados a la lectura de los clásicos de la alquimia, la materia prima, el matraz y los procesos que nos conducirán a obtener la ansiada Lapis Philosophorum (Piedra Filosofal).


Sin duda, el de Novalis es un homenaje inmenso a la ciencia hermética, a través de una literatura intensa y elevada.


Publicado originalmente en revista Yareah, Nº7, 2009:

http://www.yareah.com/magazine/index.php/literature-literatura/281-novalis-y-su-alquimia-literaria


sábado, mayo 02, 2009

Reseña a: “La Espada de Perseo. Itinerarios metapolíticos” de Primo Siena


Tomando como imagen de portada la magna obra de Cellini, donde Perseo sostiene con una mano la cabeza de la abominable Medusa y con la otra la espada con la cual fue decapitado, Primo Siena quiere desde el comienzo de su texto evocar, en el sentido más sublime y perfecto de la palabra, aquella acción purificadora – en este caso representada por Perseo y su espada- que da eterno movimiento a la vida y que, por tanto, es capaz de separar la luz de las tinieblas – representada por la cabeza de Medusa-. Y en la situación que nos convoca, aquello que se expresa como metapolítica y criptopolítica, categorías antagónicas que permiten la comprensión plena del fenómeno político actual, y en verdad, de todo tiempo. Las herramientas que Primo Siena dispondrá para una pedagogía del tema que origina el libro, no pueden ser mejores: metafísica, simbología tradicional, ciencia política, filosofía, historia, religión y literatura. Desde una visión superior, alta, aérea, el autor quiere invitarnos a una reflexión no trivial acerca de las diferencias entre una política sublime –metapolítica- y lo que ha devenido aquélla en el mundo moderno: la criptopolítica, a la vez que resaltar las virtudes de la primera.

Por tanto, conviene explayarse en lo que se refiere a ambos términos. Digamos que la metapolítica es la política guiada por principios de orden tradicional, es decir no humanos; o si se quiere, la aplicación de la metafísica en el orden político. La criptopolítica es el mundo de la baja política, la que se encuentra alejada de una orientación divina, por ser dirigida por intereses individuales o tribales (pero siempre egoístas) y materializada en el actuar más bien comercial y efectista que uno ordenado y abnegado. Insistimos que la clasificación no es pueril, y, a diferencia de lo que algunos creen, el uso de la voz metapolítica sí tiene un sentido y por tanto obedece a una necesidad. ¡Y esto no solo por la urgencia de usar otro término cuando la política se ha desgastado y se ha hecho sinónimo de corrupción, lo cual ya sería buen motivo para mirar otros horizontes semánticos!; sino que ante todo por la misma lógica del término. Se trata, entonces, de algo más que política, entendida ésta como la ciencia o arte de la organización de la ciudad. Es ir a los principios fundadores y rectores del orden divino que necesariamente han de plasmarse en la realidad del mundo cívico. Una tal diferenciación conceptual (entre política y metapolítica) ciertamente no tiene sentido en las comunidades tradicionales, donde todo se rige y articula de acuerdo a un plan de Dios y se expresa en un grupo de seres cualificados para interpretar dicho designio. No, por supuesto que en el mundo tradicional hablar de una política y una metapolítica es ocioso e ineficaz. Pero, en el mundo actual, donde la creencia en un orden divino ha perdido toda fuerza, y ello no solo a nivel de “las masas” sino que en la supuesta “elite”, ciertamente que sí tiene un valor preciso. Y es en este terreno o escenario de guerra donde Primo Siena quiere hablarnos, con aquella valentía que le ha sido propia en toda su trayectoria vital, de la cual muchas buenas cosas podrían decirse.

Como buen pedagogo, este italiano que ha dado gran parte de lo mejor de sí a nuestro país, en todo momento de su libro ha definido conceptos, ha presentado ejemplos clarificadores, ha dirigido nuestra atención a autores que debemos conocer o si ya los conocemos se nos invita a retomar (Platón, Aristóteles, Dante, Vico, Ficino, Guardini, Panunzio, Horia, Carrel, etc.).

De gran interés será para el lector lo referido a Roma, como cuna de la civilización occidental. Pues aquí Siena es verdaderamente notable al poder mostrar de manera profunda el destino heroico de una ciudad y cómo la idea imperial propia de dicho pueblo no murió con la llegada del cristianismo, sino que solo se transformó, y que incluso en sus mejores momentos supo plasmar con una vocación insuperable. La biografía espiritual de una ciudad es un arte que pocos pueden oficiar y Siena en ello es adelantado, pues logra en pocas páginas mostrar esta redirección de la Ciudad Eterna en lo esencial, no únicamente a través de fechas y datos meramente históricos sino que de percepciones, intuiciones, símbolos y alegorías.

La preocupación por América no será algo ajeno al autor, y por ello intentará a través de la religión profesada (catolicismo) mostrar caminos hermenéuticos que permitan una fiel integración entre los elementos nativos y europeos.

A fin de mostrar los ricos contenidos de la metapolítica, Siena nos acercará a la obra monumental de la literatura del s. XX: “El señor de los anillos”, verdadera restauración de los mitos germánicos y sajones, con presencia de elementos cristianos. Pues la metapolítica posee ricos contenidos y no es ajena a la literatura, en tanto ésta es la plasmación o fijación ordenada del pensamiento y sentir de un autor, dirigida en este caso a renovar (en el sentido de hacerlo otra vez actual, vivo) un mito.

Para finalizar, el texto incorpora un estudio del maestro de Primo Siena: el señor Silvano Panunzio, autor de textos luminosos, y de los cuales urge su traducción a nuestra lengua. Este breve apartado permitirá entender mejor la dirección en la que se concibe por metapolítica.

Muchas reflexiones han de surgir de la atenta lectura de esta obra. Habrá puntos en los cuales uno podrá disentir; y en la mayoría aplaudir. Pero, sin duda, será ésta la privilegiada labor del lector imparcial. Nosotros solo podemos recomendar el presente libro. Y no una, sino dos veces. Primero, por aportar elementos de valor para el pensamiento; y, segundo, por denunciar o, lo que es lo mismo, cortar con la espada de Perseo la confusa medusa de la criptopolítica, la cual también podríamos denominar contra-política y que es el reino de la ilusión llevado a la organización y dirección social.

Sergio Fritz Roa