lunes, mayo 24, 2010

(La tres rocas, en el jardín zen)

En el mismo lugar donde hemos hallado los posibles mapas líticos como además una serie de curiosos instrumentos de piedra, existen tres rocas que llaman mucho la atención, a tal punto que el dueño del lugar ha hecho de ese sitio una especie de jardín zen, con piedrecillas en su entorno.

Se trata de tres rocas, cada una muy diversa a la otra, tanto en material como en forma.

Una de ellas recuerda a un sarcófago o tumba. Otra (¿aerolito?) tiene una especie de taza en su parte superior, de manera que cuando llueve el agua queda estancada allí. Y una tercera, que es más bien redonda.

Uno podría pensar que alguien puso las tres rocas, dada la especial disposición en que se ubican (lugar, distancia entre una y otra, características de cada roca, etc.); pero ello no parecería argumento concluyente, a menos que a lo anterior agregaramos otra prueba.

Y la prueba se estableció al excavar, incluso, muy levementealrededor de dos de las rocas.
Pude hallar que las piedras habían sido superpuestas a otras piedras menores.

Las fotografías así lo demuestran.

Cada vez tenemos menos dudas que el lugar era un centro espiritual antiguo. Frente a tal sitio podemos contemplar además el maravilloso cerro Mocoen, que desempeñaba importantes funciones sagradas en la región, al ser el más alto del valle y por su curiosa forma. Quien lo observe sabrá a que nos referimos. Pero, del sacro Mocoen ya hablaremos posteriormente.

Por ahora, doy este avance del estado de mis investigaciones en la zona.


(la roca con forma de sarcófago)


(parte posterior de la roca sarcófago)

(Algunos objetos hallados en la parcela. Al centro piedra redonda.)

(Curioso ídolo pétreo)



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