DÍA 1.-
¡Al fin! Gloria al Creador y a su simiente que también tiene la virtud de crear.
Mis estudios en la ciencia eterna de la Kabbalah permitieron la llegada del Golem a esta Tierra.
No pensé que algún día lo lograría, pero cuando descifré el último secreto del Sefer Yetzirah… supe que todo poder estaría en mí.
Las letras, los números, los pases. ¡La solución! Pero no era simple unir los elementos. La voluntad por sí sola no es suficiente. Se requiere una especial disposición de varios conocimientos, que solo yo conoce en este pobre país occidental (Chile, nombre que nada dice).
¡Al fin! Gloria al Creador y a su simiente que también tiene la virtud de crear.
Mis estudios en la ciencia eterna de la Kabbalah permitieron la llegada del Golem a esta Tierra.
No pensé que algún día lo lograría, pero cuando descifré el último secreto del Sefer Yetzirah… supe que todo poder estaría en mí.
Las letras, los números, los pases. ¡La solución! Pero no era simple unir los elementos. La voluntad por sí sola no es suficiente. Se requiere una especial disposición de varios conocimientos, que solo yo conoce en este pobre país occidental (Chile, nombre que nada dice).
DÍA 2.-
Allí está. Frente a mí. Un ser de mayor tamaño que yo y grueso. Sus ojos son negros, como el carbón. Su piel algo verdosa. Los movimientos todavía torpes, posiblemente por lo grande que son sus pies.
Me mira como drogado. ¿Qué pensará, si es que tiene esta facultad?
DÍA 3.-
No puedo conversar con nadie sobre mi invención. ¡Es exasperante!
CONTINÚA EN: http://www.bajoloshielos.cl/golem.pdf